Unos 3.000 estudiantes dirigirán su propia empresa a través de un simulador en la competición 'Young Business Talents'

Dirigido a más de 7.500 centros de toda España y a estudiantes con edades comprendidas entre los 15 y los 21 años, la participación se amplía este año a 4º de la ESO y grado superior de los ciclos formativos --Formación Profesional--, además de Bachillerato y grado medio, que ya participaron en la edición anterior.

Los equipos participantes competirán a nivel regional y se enfrentarán a los mejores equipos de cada región en la final nacional. Durante la competición, los alumnos tendrán que crear y gestionar su propio negocio virtual. Para convertirse en los mejores empresarios virtuales de España, los participantes irán acumulando puntos en cada una de las fases del torneo según vayan tomando una serie de decisiones relativas a la producción, las finanzas, los recursos humanos y el marketing.

Para ello, los alumnos accederán al simulador a través de la web del torneo (www.youngbusinesstalent.com) y el sistema --capaz de procesar 113 decisiones por operación, el triple que un simulador convencional-- determinará los resultados de cada empresa en función de lo que haga la competencia.

El director de Praxis MMT, Mario Martínez, espera superar las cifras alcanzadas en la primera edición, en la que se contó con la participación de más de 2.000 alumnos procedentes de 162 colegios e institutos. "Para esta segunda convocatoria esperamos 3.000 participantes y 240 centros", ha afirmado.

En cuanto a las fases de la competición, la organización informará durante el mes de junio a los profesores del comienzo de la segunda edición del Young Business Talents, y del 1 de septiembre al 31 de octubre se abrirá el plazo de inscripción. El torneo dará inicio en noviembre y habrá cuatro fases online antes de llegar a la final presencial que se celebrará en marzo de 2013, y en la que se repartirán un total de 20.000 euros.

Con este laboratorio experimental de la economía y la gestión de empresas, los centros educativos pueden dinamizar sus clases con el valor añadido de la práctica, y orientar eficazmente a los estudiantes en su futuro académico y profesional, algo que no tiene claro más del 30 por ciento del alumnado.