El sector turístico podría registrar cifras similares a 2008, pese a la crisis

Mesquida hizo estas declaraciones en el marco de la Bolsa Internacional de Turismo de Berlín (ITB), que se celebra esta semana en la capital alemana, ocasión que aprovechó para reunirse con los principales tour operadores y abordar algunas medidas innovadoras.

El secretario de Estado subrayó el incremento del presupuesto destinado al turismo en un 109 por ciento, ya que tanto él como las empresas coinciden en que el sector es, además de sólido, "el que mejor ha salido parado de las dificultades".

En su opinión, la temporada alta de 2009 podría mantenerse con el mismo balance positivo, y pronostica en todo caso "un ligero descenso en el número de visitantes".

Según Mesquida, no se trata de especular sobre el número de turistas, las pernoctaciones o cuál será el gasto diario por persona, sino de concentrarse en trabajar "unidos", y apoyar a las Comunidades Autónomas que, por su déficit presupuestario, se han visto obligadas a reducir su inversión en turismo.

"Lo que más nos preocupa es el inicio y el final de temporada y las estancias cortas", aunque por el momento éstas sólo representan el 35 por ciento del volumen total de negocios, apuntó Mesquida.

Dada la actual tendencia del mercado, podría darse un incremento en la demanda de estancias cortas, por lo que desde la Secretaría de Estado se va a desarrollar una estrategia para este tipo de viajes, subrayó.

Asimismo, el Instituto Español de Turismo, Turespaña, destinará 83 millones de euros este año a la promoción en los mercados internacionales -un 1,1 por ciento más que en 2007- de eventos como el Xacobeo 2010 o el centenario de la marca "Costa Brava".

Por otra parte, la promoción resultará esencial a la hora de dar a conocer en el extranjero los valores que ostenta España, además del sol y las playas -principales atractivos- y la estrategia de diversificación del producto turístico "que se está empleando desde hace años", apuntó el secretario de Estado.

Desde el turismo ecológico al deportivo, pasando por el cultural y el gastronómico, según Mesquida ya está diversificado y sólo queda "hacer un esfuerzo extraordinario de promoción".

En su encuentro con los tour operadores, les pidió además una rápida capacidad de adaptación, en el caso de que se diera una fuerte demanda hotelera o aérea de forma repentina, y las empresas garantizaron que en ningún caso va a producirse esa falta de oferta.

De forma paralela al objetivo de los viajes a corto plazo, se trabajará también con vistas al futuro, "en un escenario post-crisis", declaró Mesquida, pues se sabe "que esta situación se va terminar aunque no se sepa cuándo".

El punto esencial será la mejora de la calidad de las infraestructuras, donde se invertirá 420 millones de euros.

Para tomar estas decisiones la Secretaría de Estado se ha basado en un informe sobre el balance del turismo en España durante 2008, que han presentado en la ITB y con un capítulo especialmente referido al mercado alemán.

La cifra de turistas extranjeros que escogió España el año pasado se redujo en un 2,6 por ciento con respecto a 2007 (que fue, por otra parte, un año récord en cuanto al número de visitas).

Un dato positivo, según Mesquida, pues el descenso no es muy acusado, y más teniendo en cuenta que fue un año de crisis.

Se registró un descenso más fuerte en puntos de la geografía española, como la cordillera cantábrica, mientras que otros como Madrid, las islas Baleares y la Comunidad Valenciana aumentaron.

Con respecto al mercado alemán, los datos que se manejan parecen certificar que sigue siendo prioritario para España, pues se mantuvo tan sólo un 0,2 por ciento más bajo que en 2007, y pese a ser el segundo destino de mercado más importante, por detrás de Reino Unido, es el primero en cuanto al número de pernoctaciones.

"Los alemanes conocen y valoran España", insistió el secretario de Estado, como refleja el hecho de que "el 89 por ciento de los que la visitaron en 2008 ya había estado una vez antes, y el 66 por ciento en dos ocasiones".

Mesquida dijo que estaba convencido de que "el mercado alemán seguirá siendo fiel al primer país al que viaja, España", pero ve con mayor incertidumbre el británico, por la depreciación de la libra.