El violador fue encontrado en un zulo en la furgoneta que conducía su mujer
Era la tercera vez que pedía el tercer grado, pernoctar en prisión pero estar todo el día en libertad. Le dijeron que se lo denegaban y eso les convenció para poner tierra de por medio. La policía cree que este es el detonante de la huida y que ambos, Guillermo Fernández Bueno y su mujer María Elena Ruiz Sancho, tranzaron un plan muy minucioso. Para ello pidió y obtuvo dos permisos seguidos de siete días. En el primero fueron vaciando la ropa de la celda y recogiendo sus cosas de la casa que ambos compartían en Torrelavega cuando el salía de prisión. El segundo permiso, el día 15 de julio, su mujer le recogió con la furgoneta que les serviría de cobijo. Los vecinos la veían siempre aparcada y la describen como la típica para acampar y toda cubierta de cortinas.
Cruzaron por Algeciras a Tánger, dos días después. En ese momento nadie les busca y ella enseñó su pasaporte; él otro, prestado o robado, de alguna persona muy parecida físicamente. El comisario Marcos Frías de la Brigada Central de Crimen Organizado lo explica y considera que “tuvieron esa precaución” lo que indica la premeditación.
En África no se alojaron en hoteles para no dejar huella. La policía lleva siete días de desventaja cuando empezaron a buscarle. Muy previsores cuando pasaron la frontera con Mauritania, el violador se escondió en la furgoneta. Ella dio la cara y la policía mauritana avisó a la Policía Nacional de que “ella había cruzado”. La policía alertó al siguiente paso fronterizo de Senegal a Gambia. Les pidieron que registraran la furgoneta y si lo encontraban escondido tuvieran en cuenta que llevaba identidad falsa. Así lo detuvieron y le tomaron las huellas que confirmaron que se trataba del violador huido para no terminar de cumplir en prisión los 8 años de condena que le faltan.
En unos días será extraditado y ahora cumplirá la condena sin salir con permisos. No llevaba documentación falsa y la condena por identidad falsa es menor que por falsificar documentos. También es menor por quebrantamiento de condena. No es una fuga, recuerda la policía, y su mujer solo puede ser acusada de encubrimiento pero no condenada por ello. Todo lo tenían pensado. Incluso cruzar a Gambia donde habría sido muy complicado encontrarlos y extraditarle. Ahora buscan a los colaboradores que les han ayudado en este plan de “fuga”.