Jordi comenzó la que se presentaba como una de las entrevistas más divertidas del programa celebrando el décimo aniversario del bautismo televisivo de Boris en Telecinco. Para ello recuperamos su primer día en el programa 'Moros y cristianos', el día en el que según él mismo, 'comenzó a construirse Boris Izaguirre'.
Boris parece vivir su momento de mayor plenitud tras haber sido aceptado en el exquisito mundo literario a pesar de su faceta de showman televisivo, tan incómoda para el mundillo intelectual. El venezolano contó cómo ve el culebrón que se está viviendo actualmente con el presidente de su país y el Rey de España. Nuestro invitado alaba la actuación de Don Juan Carlos y considera que en este momento, " Chávez es una cenicienta sin zapato".
Pero a pesar de que la situación de Venezuela es un tema polémico y que daría para muchas horas de conversación, una entrevista con Izaguirre no podía centrarse sólo en el tema político y muy pronto surgieron cuestiones más cotidianas, como la situación de los gays en nuestro país o el lema de su matrimonio, 'Con infidelidad pero sin divorcio'. Una consigna que nuestro entrevistado considera genial pero con la que ya no está tan de acuerdo, ya que Boris ha dejado atrás sus noches locas aunque, según el mismo afirma "soy incapaz de negarle veinte minutos de placer a nadie".
Puestos a hablar de su vida personal, nuestros colaboradores no podían dejar escapar la oportunidad de interrogarle sobre sus dos odios viscerales, Ana Botella, con quien el escritor asegura haberse saludado a consecuencia de su flamante galardón y Mar Flores, odio del que se está quitando, ya que ahora su antipatía se centra en su ex "Aunque Carlo Constanza sea un hombre muy, muy agraciado físicamente, no es una persona que me caiga bien. Así que, la fobia que le tenía antes a Mar Flores se la tengo ahora a su ex marido por todo el daño que la está causando". 2
Jordi aprovechó la presencia de Boris para revivir algunos de los momentos más divertidos de nuestro invitado en 'Crónicas Marcianas'. Instantes inolvidables ante los cuales Boris nos confesó que aunque nunca se imaginó convertirse en artista, "Javier Sardá supo ver la vedette que yo tenía dentro y eso se lo agradeceré toda mi vida. Todo el mundo tiene que tener un capítulo vedette porque es la felicidad máxima".
Una vez más Boris volvió ha hacernos reír y mostrarnos su yo más auténtico.