Jordi González, genio y figura

telecinco.es 25/10/2011 13:23

Un formato ante el que Jordi se desenvuelve con soltura y en el que salen a relucir sus tablas frente a la cámara. Aún así, el presentador se ha tomado este nuevo trabajo como un reto, ya que como él mismo ha confesado, "los riesgos profesionales me hacen sentir vivo" y la noche de los sábados sin duda lo es: nada menos que cinco horas de directo.

González ha encontrado en este nuevo formato una alternativa con la que luchar contra los magazines de otras cadenas en el mismo horario. Jordi es capaz de manejar tantos registros como caras ofrece este programa. Tan pronto modera un agitado debate político como nos muestra su cara más nostálgica o una atmósfera íntima para el último invitado en atreverse a subir en esta atracción de la feria televisiva.

Personajes de los más dispares se han sentado frente a él, sin saber muy bien cual iba a ser el tono de la entrevista a la que Jordi les iba a someter. Solo hay una regla: todo vale. De la actualidad a la intimidad a golpe de directo, Jordi obliga a los invitados a subirse a bordo de una cabina de este aparato que ha inventado y, una vez en el aire, el personaje queda suspendido en las manos del presentador hasta que culmina el viaje.

Jordi, un presentador todoterreno

Moderado, honesto y de voz contundente, Jordi González siempre tuvo fascinación por el mundo de las ondas. Un entusiasmo que le sentó delante de su primer micrófono en la Radio Popular de Reus con sólo 17 años. Sin embargo, lo que pocos saben es que Jordi esconde otra gran pasión, la Filosofía.

El joven catalán que soñaba de pequeño con ser maestro de escuela, combinó los estudios de Filosofía con los de Ciencias de la Información. Sin embargo, muy pronto el periodista robaría terreno al intelectual. Aquel primer año en antena le valdría su primer Premio Ondas.

Sólo un año después comenzó su trabajo en la Cadena Ser dónde dirigió y presentó en Radio Barcelona programas como 'La Radio al Sol' (Premio Ondas en 1986), 'Brigada 8-2-8', 'Fórmula Tarde', 'Oye cómo va', y el popular concurso radiofónico 'Doble o Nada'. Pero su paso por la radio no sólo se centró en la Cadena Ser, sino que también demostró su talento en Radio 4 (RNE), donde condujo el matinal 'Día a día'.

Este éxito radiofónico hizo que Jordi llamara la atención de los grandes de la tele, aunque como él mismo ha confesado en diferentes ocasiones sus inicios no fueron fáciles. "Cuando me vieron en persona, me dijeron que con mi cara nunca saldría en televisión ".Una sentencia que más de un experto televisivo debe estar todavía dirigiendo porque aquel chico con la cara dañada debido a una enfermedad tropical que se trajo como souvenir de un viaje exótico, hizo caso omiso al mal agüero de los supuestos cazatalentos.

Dicho y hecho, con veintiséis años los telespectadores del 'Circuito Catalán' de TVE vieron por primera vez a Jordi en la pequeña pantalla. Comenzó con el programa 'La Palmera' (1987-1989) y durante un tiempo sustituyó a Isabel Gemio al mando del mítico concurso de TVE, '3x4', para posteriormente volver a saltar al ámbito nacional.

Su primera experiencia en las cadenas privadas pasó sin demasiada gloria con 'El turista habitual' de Antena 3. Después volvió a levantar un Ondas con su trabajo en 'Todo tiene arreglo' de Canal Sur (1993-1996). Un año más tarde debutó en la autonómica catalana TV3 con 'Això no és tot' para culminar con el exitoso programa de noche 'Les 1000 y una' (1997).

Pero su reconocimiento nacional no llegaría hasta su paso por Telecinco, la cadena dónde ha desarrollado la mejor parte de su carrera televisiva. Comenzó sustituyendo a Javier Sardá en el debate 'Moros y cristianos' (1997), desde dónde no sólo consolidó su fama sino que entró a formar parte del Libro Guinness de los Récords con un programa maratón de 24 horas.

Un año más tarde nos demostró su faceta de entrevistador en 'La noche por delante', donde se puso cara a cara con algunos de los personajes más relevantes del panorama nacional. Su primera etapa en Telecinco terminó con un ir y venir del presentador por las cadenas autonómicas y privadas ('Abierto al anochecer', 'Vitamina N', '1000 y una', 'Todo depende'), dónde conoció a un equipo de gente que le acompañaría en posteriores épocas de auge televisivo.

En 2003, de nuevo en Telecinco, estuvo al frente de 'A corazón abierto' y 'Rec', antes de tener su primer contacto con el mundo de los realitys. Comenzó con 'La Casa de tu vida' y completó la lista con 'Gran Hermano Vip: El desafío' (2004), 'GH: El debate', 'Engaño' y 'Esta cocina es un infierno'.

Pero su agitada participación en los realitys se ha ido intercalando con su faceta más negociadora en programas como 'TNT' y el talk-show 'Díselo a Jordi', antes de que este catalán de 45 años se atreviera a subirse a 'La Noria' cada noche de sábado.