Jenny: "Dejé de lado el amor y puse rumbo al East End porque pensé que sería más fácil"

telecinco.es 10/03/2013 18:01

Podría haber hecho lo que hubiera querido pero prefierió escapar y ser comadrona. Jennifer Lee llega a East End huyendo del amor y buscando una salida fácil. "Debía estar loca. Podía haber sido azafata, modelo, haberme mudado a París o ser concertista de Piano., Podíahaber recorrido el mundo, ser valiente, hacer caso a mi corazón . Pero no. Dejé de lado el amor y puse rumbo al East End de Londres porque me pareció que sería más fácil. La locura es la única explicación."

Al llegar a East End, se dio de bruces con una realidad desconocida para ella. "Yo no sabía nada de la pobreza, de las viviendas indignas, de los piojos, o de la suciedad o de familias en las que duermen cuatro en una cama. Y nada de la pasión que nos trae bebé tras bebé, parto tras parto. No sabía nada de la propia vida."

Cada día, cada noche, Jennifer Lee atiende partos. Ayuda a traer nuevas vidas al mundo, un mundo que crece y seguirá creciendo gracias a las mujeres que nada más ver a sus bebés olvidan el dolor. Su mundo empieza a girar en torno al ser más maravilloso que han visto nunca. Su bebé se convierte en el eje de su vida pese a haber deseado y jurado que jamás pasaría por otro parto. "No lo mataría. Ninguna madre lo hacía, solo maldeciría su nombre y juraría que jamás habría una próxima vez. Y lo diría en serio. Pero siempre habría uan próxima vez."

Ser comadrona, ayudar a los demás a traer a sus bebés al mundo produce una sensación indescriptible. Ningún trabajo es comparable al de comadrona y Jennifer Lee nunca renunciaría a su trabajo. "Había entrado en una casa en plena noche y había salido a la luz del sol dejando una nueva vida tras de mí. No cambiaría mi trabajo por nada del mundo."