Fuensanta López ha querido dar su testimonio cuando en el plató se ha debatido sobre el tema del sexo y de si las mujeres que hablan abiertamente sobre ello gustan o asustan. Ella fue monja y confiesa que de sexo no se hablaba en el convento aunque sí que tenía necesidades. Decidió colgar los hábitos, probó el sexo y dijo “qué pena no haber salido antes”. Así ha sido su testimonio.