Un beso de buenas noches es suficiente para derretir el corazón de una mamá. Es el caso de Carme Chaparro: "Siempre pensé que con los niños había que tener una rutina, sobre todo, a la hora de irse a dormir. Pero, ¿sabéis una cosa? En cuanto meto la llave en la cerradura, Laia y Emma vienen corriendo a decirme hola mamá, te hemos visto en la tele y nos hemos esperado despiertas para darte un besito de buenas noches".