Católicos, homosexuales y casados

LIDIA RUIZ CONDADO 12/02/2008 17:03

Juan Antonio no tuvo una fecha concreta de salir del armario "es algo que no te das cuenta, de pequeño sientes algo pero no sabes que es y nadie te lo ha explicado. La primera vez que dije que era homosexual fue en mi parroquia. Me dieron un punto de apoyo muy importante y a raíz de ahí empecé a salir y a conocer gente. Mi familia lo tuvo que digerir poco a poco ya que no les sentó muy bien mi sexualidad. Parecía como que querían ocultar lo visible ya que al no hablar de ello era como si no existiera.

Sentí un aislamiento total hasta que empecé a salir con Jandro, mi marido. Desde el principio lo llevé a casa. Yo ya había salido del armario y era el turno de que lo hiciera mi familia. Al principio nos decían que intentáramos escondernos, que no nos diésemos la mano o saliéramos a la calle. Con la boda todo se fue formalizando más.

En su empresa no tuvo ningún problema a la hora de decir que era gay ya que "soy un profesor asociado de arquitectura técnica en la Universidad, y el ambiente de trabajo es muy amigable por lo que no sentí ningún tipo de discriminación."

Aunque la situación actual de gays y lesbianas en España puede parecer algo a lo que le queda mucho camino por recorrer, Juan Antonio defiende que "la situación está bastante normalizada aunque siempre hay unos sectores aislados a los que no hay que hacerles caso. Lo bueno es que hoy en día la gente no se calla y cuando siente algún tipo de discriminación va y lo denuncia. Además los medios de comunicación suelen dar bastante protagonisto a lo que dice la Iglesia y los políticos en contra de los homosexuales. Pero la realidad es que la gente nos trata de manera normal."

La relación entre Juan Antonio y Jandro comenzó hace tres años y medio. Su primer contacto visual fue "cuando íbamos de viaje en un bus con el colectivo hacia una manifestación. Después estuvimos tres o cuatro meses sin vernos y ya empezamos nuestra relación. La verdad, que tuve suerte al encontrarle sobre esas fechas porque fue el periodo en el que la ley de matrimonio homosexuales se iba aprobando. Así no tuvimos que esperar como otras parejas para casarnos, esa fue nuestra ventaja".

Es algo generalizado el que los homosexuales son más promiscuos que los heterosexuales a lo que Juan Antonio lo niega porque "conozco a heterosexuales que son infieles a sus parejas y a otros gays que son lo más fiel del mundo. Si no ¿por qué existen los club del alterne?"

El próximo 17 de marzo van a hacer su primer año de casados desde que lo hicieran en una pequeña localidad malagueña de 5 000 habitantes. La boda "fue muy sonada en el pueblo y no tuvimos ninguna clase de problema a la hora de organizar el enlace. Al contrario, se nos abrieron todas las puertas, incluso el restaurante se esmeró más que en otras bodas entre heterosexuales. Aunque somos cristianos no nos importaba que nuestro enlace se diera en un ayuntamiento o en una iglesia, lo que no queríamos es que fuera un 'ritual marcado'. Además incluimos lecturas cristianas en la celebración y recuerdo que el juez empezó a leer el Código Civil antiguo, pero nosotros, que habíamos previsto esto, llevamos el nuevo y se lo entregamos cuando empezó a leer el otro. Todos lo asistentes se rieron y el juez, sorprendido, también sonrió".

Uno de los momentos más emotivos de la boda fue cuando "nos regalamos una rosa en la que ponía una famosa cita del evangelio: amaros los unos a los otros como yo os he amado."