Recuerdos y testimonios de una generación

TELECINCO.ES 21/10/2008 11:47

YASMINA JIMÉNEZ, periodista de elmundo.es "Por aquel entonces, yo estaba en el instituto e interna en un colegio de monjas. La directora del cole, Sor Teresa, pensó que la mejor forma de acercarse a las adolescentes y explicarles la movida de los métodos anticonceptivos era compartir con ellas una vez a la semana las aventuras de los jóvenes de 'Sensación de Vivir'. Puff!!! Nosotras estábamos encantadas de la vida, pero después de cada capítulo venía el debate sobre lo que habíamos visto: si nos parecía bien que se pasasen todo el día liándose unos con otros, si se acercaban en algo sus vidas a las nuestras, la utilización de los condones, y, por supuesto, la relación de Jesús, hijo del Padre Todopoderoso, en todo esa alteración de hormonas..."

NOEMÍ RAMÍREZ, periodista de prisacom: "'Sensación de vivir' marcaba el ritual de arranque del viernes noche ... como si fuéramos una secta, mi grupo de amigas y yo nos autoconvencimos de que el tiempo se detenía y no era posible quedar antes de que acabara el episodio semanal que luego diseccionábamos como si estuviéramos haciendo una tesis doctoral. Los teníamos plenamente incorporados a nuestras vidas de adolescentes. Nos dividíamos entre el cara-pastel de Brandon (cuyo tirón nunca entendí) y el canalla de Dylan (aquí me situaba yo), siempre dando problemas. Lo que es la vida, ahora mismo, el último recuerdo que me viene a la mente es una visita que hicieron a España Jason y "el rubio" (no me acuerdo de su nombre). Coincidió que yo estaba en Barajas, con los pasillos convertidos en ríos de fans enloquecidas esperando que salieran para lanzarse literalmente sobre ellos. El caso es que miraba todo como si no fuera conmigo, me di la vuelta, y me pareció mucho más sensato en ese momento pedirle un autógrafo a Miguel de la Cuadra Salcedo, en el que nadie reparaba y eso que el hombre daba lo mejor de sí paseando tan tranquilo con su salacot y sus bermuditas de la ruta Quetzal. Si, en lugar de Jason, hubiera venido Dylan, ¡otro gallo hubiera cantado!"

Ejecutiva anónima de 40 años: "Confieso que el diseño de mi dormitorio actual está calcado del de Brenda y Brandon en 'Sensación de Vivir'. Cuarto de baño en el centro y dos dormitorios a cada lado. Yo lo hice pasados los treinta, pero ahora que lo pienso... ¡ellos también!"

Conchita Romero, periodista y ama de casa: "Cerca de mi casa había un bar que se llamaba Sensa, y tardé mucho tiempo en asociarlo a la serie... Todos tan perfectos, estupendos, con unos problemas "gordísimos". Si no recuerdo mal había una que no sacaba buenas notas y estaba convencida de que para lo único que servía era para ir de tiendas. Luego los mellizos vomitivos, el rebelde (que se parecía a James Dean), el niño-rico-pijo-hijo-abandonado de famosa (¡ostras! como Paquirrín)... La verdad es que no me dejó huella, porque anda que no han explotado el tema ni nada hasta hoy ¿no veis Clan-tv o Disney Channel? Dos mil series de jovenzuelos en el insti con los mismos pseudo-problemas. Lo último es la versión musical, ya sabes, High School Musical 1, 2 y 3, karaoke, y la madre que los parió a todos. Sólo espero que mis hijos no se enganchen a esta serie que me resulta bastante demodé. No supuso mucho en mi vida, prefería saber qué era de Laura Palmer, aunque sí creó un estilo pijo, "ya sabes, osea, como sensa". Y con los años dejamos el insti, nos pusimos a trabajar y nos fuimos todos a vivir a Melrose Place, ¿ésta no la va a recuperar Tele5? Podrían ponerla una a continuación de la otra y así la lobotomía sería perfecta."

Pilar Portero, periodista de www.soitu.es "Gracias al Cuore, que mi hija María compra religiosamente, estoy al tanto del regreso. A mí Luke me hacía gracia, era el típico malote al que te apetecía ligarte. Era un desafío, una especie de James Dean de la pequeña pantalla -seguro que el actor de gigante era su modelo a seguir-. Brenda también tenía su aquel. Era guapa y tenía carácter, además no era rubia, vamos que con un poco de imaginación te podías identificar con ella. Tori Spelling, o como se llamase, resultaba insoportable, con su cara de vaca, imposible evitar pensar que si no hubiera sido hija del productor no formaría parte del reparto. Brandon era empalagoso como un algodón de azúcar, demasiado todo: guapo, bueno, listo... aggg!!. Kelly, la tía buena oficial, irresistible, evidenciaba el "dos tetas tiran más que dos carretas". Encajaba en el estereotipo, guapa y tontita y además sin prejucios sexuales. Claro que para que te vas a esforzar intelectualmente cuando se te abren todas las puertas al primer golpe de vista. A mi, de todas maneras, el chico que más me gustaba era uno moreno, así como deportista, ennoviado con la típica americana que siempre lucía cara de cabreo o preocupación. Esos apartamentos de Beverly hills eran lo más cercano al paraíso."

SERGIO GARCÍA, administrativo: "Me encantaba poder ver por entonces el estilo de vida americano que siempre me ha atraído sin tener en cuenta que fuese en el 90210. Recuerdo que con lo que más disfrutaba era cuando Brandon y Steve hacían payasadas."

EVA JIMÉNEZ, admistrativa: "Sensación de vivir fue la primera serie de "adultos" que vi y por lo tanto supuso que mi edad del pavo se multiplicara por 100EV. Me encantaba ver a Dylan, David,Brandon... me gustaban todos. Pero no creo que la volviera a ver, supongo que ya tengo bastante con 'Aida' y 'Gran Hermano'.

ANJARA GUTIÉRREZ, geógrafa en paro: "Yo me aficioné a la serie por mi prima mayor y, bueno, a esas edades la influencia de amistades, o en este caso de la familia influyen bastante en las preferencias de las series que veíamos en ese momento. Era como una moda. Luego ya una vez vi ciertos capítulos ya me quedé enganchada por diversos motivos: Por una parte quedé sorprendida por la cantidad de chicos y chicas guapos que aparecían. Deseaba ser como ellas de mayor por su popularidad.También influía el hecho de que todo se desarrollaba en el instituto y pensaba lo maravilloso que sería la vida de estudiante cuando ya salías del colegio, lo que después te das cuenta que nada tiene que ver, que la realidad es otra. Pero a todo esto hay que añadir la edad que tenía, aproximadamente 10 o 11 años, en la que la este tipo de series influían de tal forma que sus protagonistas eran como modelos a seguir para triunfar socialmente."

COVADONGA RUIZ, administrativa de una empresa de tecnología: "La veía siempre, me gustaba y me entretenía. Era una serie simpática que me trae buenos recuerdos de esa época. Pero los personajes eran algo patéticos. Estaba el rebelde Dylan (que por cierto, ¡era una monería!), el pedazo de "pavo" de Brandon y un personaje realmente lamentable que no me acuerdo ni de su nombre (rubito con rizos que se pasaba el día haciendo el "carajote"). De las chicas, Kelly era el típico zorrón de instituto americano (aunque en el fondo era muy buena, pero la pobre estaba forrada y sus padres separados) y Brenda, era la hermana "pava" (aunque guapita) del "pavo" de Brandon. La serie básicamente trataba de los líos entre ellos, de las historietas del instituto etc, pero siempre con su moralina al final del episodio. Recuerdo un capítulo memorable en el que Brandon acaba entrando en una reunión de alcohólicos anónimos porque en una fiesta unos gamberrillos habían puesto en el ponche un poco de alcohol y. claro, el pobre, se cogió una cogorza tremenda y encima le gustó."

JORGE CRESPO, ilustrador: "La verdad es que la serie encajaba más con el público femenino. Al público masculino lo que nos gustaba es que esta gente vivía de lujo... Cochazos, mansiones, etc. En realidad inspiraba eso, vivir a tope. Claro, ¡así no hace falta hacer botellón ni emanciparse!"

AMPARO JIMÉNEZ, trabajadora de una ONG: "Yo no era tan adolescente, pero recuerdo que consiguió engancharme. Era entretenida, divertida y tenía todos los ingredientes para enganchar a los adolescentes y a los que no lo éramos tanto: chicos y chicas guapos, ricos, con vidas apasionantes... aunque también sufrían lo suyo. Mi personaje favorito era Dylan, ¿cómo no? El malote de la serie. Y la que peor me caía era la rubia fea, quizá porque era hija del director y estaba cantado que era una enchufada. Lo mejor de la serie es que ensalzaba los sentimientos de amor y amistad, ¡con lo importante que es para los adolescentes sentirse parte de un grupo o una pandilla!. Lo peor es que quizá era un poco frívola y tenía poco que ver con la vida de los adolescentes españoles de la época. Quizá por eso nos gustaba tanto. Pero... ¡me gustaba más Melrose Place!"

MARTA ARROYO, periodista de elmundo.es "¡Sensación de Vivir! ¡Qué momento! Recuerdo que, aunque el favorito de casi todas mis amigas era Brandon, a mi me gustaba más Luke Perry,Dylan, que era un rompecorazones, vamos de los míos. Me daba una envidia increible lo bien que vivía esa pandilla... porque yo iba en el autobús 83 y mi lugar de residencia se parecía bastante poco al de estos chicos: un pisito en el barrio del Pilar de Madrid y compartiendo habitación. Las prácticas en Antena 3 Radio, no daban para más."

OLIVIA, realizadora de televisión: "'Sensación de vivir' es el recuerdo de mi paso a la adolescencia. Tenía todo lo que salía de ellos en la 'Superpop'. Quería ser y vestirme como Brenda y, sobre todo, estaba totalmente enamorada de Dylan. Enamorada de verdad. Recuerdo perfectamente cuando rompieron en el porche de Dylan, viendo el mar y sonando 'Everybody hurts', de Rem. Estuve muchos días y desde entonces asocio esa canción a esa época y a esa serie... Seguramente si la veo ahora me parto de la risa pero a esa edad todo se ve diferente."

María José Llerena, periodista de : www.soitu.es "Llegué un poco tarde al 90210 porque cuando empezó a emitirse, a mi pueblo extremeñp aún no llegaba la señal de las teles privadas. Vamos, que para mí Brandon era el 'tiobueno' de la Superpop más que el de Sensación de Vivir. Pero como los posters con su flequillo rulaban por las carpetas del instituto, en cuanto pillamos las cadenas nuevas caí en la tentación. Mis amigas y yo nos repartíamos a los chicos. Mi prefe era Dylan con su rollo desobediente (había tortas por él, claro). Al rubio no lo podía ni ver, me caía fatal. Recuerdo que era un clásico en las conversaciones del recreo lo de "Donna es una enchufada porque si no fuera por su padre, de qué iba a estar ésa ahí, hombre, si es más fea que cualquiera de nosotras!". Joder, y si me pillaba el capítulo en casa de mi abuela, me lo perdía, no me dejaba verlo porque decía que eran un mal ejemplo."

Paloma Concejero, periodista de Canal Plus: "Sólo recuerdo a unos jovencitos con cochazos y ropa de marca a la última cuya única preocupación era tostarse al sol de California y pensar en el gachó/gachi de turno; sus vidas desde mi castizo barrio se me antojaban, prácticamente, de otra "galaxia"...además, a las que ya no cumplimos los 40 nos pilló un tanto creciditas tanta hormona en ebullición y optamos por sus "hermanos mayores" de Melrose Place: ya fuera del hogar paterno, con problemas laborales y quebraderos de cabeza más afines a nuesto momento..."

JULIO SERRANO, periodista: "Sensación de vivir me abrió la ventana a otro mundo. ¡No podía creer que con 16 años todos llevaran esos cochazos! Desde siempre me ha inspirado un aire joven y transgresor esta serie. La recuerdo con bastante cariño, la verdad. ¡Tendré que olvidarme de comprar los DVD´s si la van a poner de nuevo!"

AMALIA, periodista de Europa Press: "No recuerdo muy bien qué edad tenía cuando empezó a emitirse 'Sensación de Vivir' en España, puede que unos 14 años. Vamos, que estaba en plena adolescencia y, por tanto, empezaba a 'babear' por los chicos guapos. Por supuesto, Brandon me entró por los ojos en cuanto lo vi: era el típico chaval atractivo, majete y de buen corazón, el contrapunto perfecto para el algo más 'matón' personaje que interpretaba Luke Perry. En fin, supongo que comencé a ver la serie por Brandon, pero pronto me gustó ese no se qué que tienen todas las series y películas norteamericanas que muestran como es la vida en el colegio o en el instituto y la variedad de gente que habita por esas aulas. ¡Allí parece todo tan emocionante y tan distinto! Bailes de instituto, barbacoas junto a la piscina, equipos de rugby, animadoras... ¡Era todo tan diferente a lo que yo conocía!. Comparado con la vida en 'Sensación de Vivir', mi colegio parecía un cementerio. Y ese 'Peach Pit'... ¿cómo olvidarlo? Fue divertido mientras duró."