El accidente de Bus Express

REBECA LÓPEZ PEREIRA 04/09/2008 18:25

Los equipos de rescate encontrarán dificultad para rescatar a los posibles supervivientes. El vehículo se había convertido en una trampa mortal para los pasajeros, que mueren aplastados por el techo del vehículo. El autobús no contaba con los arcos de seguridad antivuelco, algo que hubiera minimizado la fuerza del impacto y reducido los efectos.

Las primeras investigaciones apuntan a que el conductor se despista y el vehículo sale de la carretera. La causa más probable del accidente es el exceso de velocidad provocado por un despiste del conductor. Según el tacógrafo, el autobús circulaba a 105 kilómetros por hora en un tramo en el que tiene que reducir de 80 a 40 kilómetros por hora.

El día anterior había descansado tan sólo 6 horas después de hacer otro viaje de 1000 kilómetros desde Sevilla hasta Barcelona cuando los límites se fijan en 11 horas. Xavier Campà, abogado de las víctimas, atribuye el accidente al cansancio del conductor, “Los descansos los hacían de forma muy irregular y en el propio asiento de al lado del conductor, en unas condiciones nefastas” Se descubre que los conductores de Bus Express realizan largas jornadas, con tacógrafos manipulados para no respetar los tiempos de descanso. Emiliano Pascual, propietario de la empresa, será señalado como responsable indirecto del accidente.

Pasan cuatro años hasta que se celebra el juicio contra Rafael Casado, el conductor del autobús, único procesado. Casado fue condenado a 2 años y 3 meses de prisión y como culpable de imprudencia temeraria. Hasta 2003 no se juzgará a los propietarios de la compañía, acusados de crear una red pirata y no respetar las normas de conducción. Emiliano Pascual es condenado a 4 mese de prisión por someter a sus empleados a jornadas laborales superiores a 19 horas. La Audiencia de Barcelona absuelve al empresario porque el delito ha preescrito. La empresa continúa operando en Barcelona, pero con otro nombre.