El día a día de una mujer amenazada de muerte

TELECINCO.ES 12/01/2009 12:28

Hace diez años, Vanessa decidió romper con su novio y ahí, comenzó su calvario. "El día que lo dejé con él, fue la primera vez que me pegó" nos explica Vanessa, que desde entonces sufrió el acoso de su ex, ‘llegué a pensar que me pegase, era lo normal, te acostumbras a esa situación’.

Pero un día su agresor fue demasiado lejos, la llevó a las afueras de Zaragoza amenazada con un cuchillo y la violó brutalmente. Después de aquello, fue condenado a diez años de cárcel, desde donde continúo amenazando de muerte a Vanessa.

Durante este tiempo, Vanessa ha rehecho su vida y ahora tiene una niña de siete años, pero ante la inminente salida de su agresor de prisión, esta mujer vuelve a sentir el miedo y el terror que hace diez años, pensando que pueda volver a agredirla.

Un equipo del programa se convierte en la sombra de Vanessa y está pendiente de la salida de la cárcel de su violador. A pesar de que pesa sobre él una orden de destierro de Zaragoza, las cámaras del programa le localizan cerca de la casa de Vanessa. Parece ser que vive en casa de su hermano y que su intención no es cumplir la orden que le impide residir en Zaragoza. De hecho, los reporteros del programa le encuentran merodeando por la calle de Vanessa.

Ante este hecho, Vanessa le denuncia y su agresor deberá regresar a la cárcel, seis meses más, pero cuando salga, ¿volverá a intentarlo? Vanessa no quiere averiguar la respuesta y decide huir, dejar atrás su ciudad, su familia y sus amigos, para vivir en un nuevo lugar donde su agresor no sepa encontrarla.

En los últimos dos años, 50.000 hombres como el agresor de Vanessa, han sido condenados por malos tratos en España. Cuando las condenas son inferiores a dos años, a veces son sustituidas por terapias.

Hablamos con Jaime, uno de estos hombres, que lleva medio año en tratamiento por orden del juez, después de que su mujer le denunciara por maltrato. ‘Yo no me considero un maltratador’ dice Jaime, que reconoce que está mal lo que le hizo a su mujer, pero no cree que sea para tanto, ‘no pienso pedir perdón, porque la culpa no la he tenido yo’.

Pero uno de cada tres agresores, sí que asume el mal que ha provocado y no vuelve a maltratar como es el caso de Sergio, que no soportaba ver a su pareja con otras personas. En una ocasión estalló y la pegó en medio de la calle y cuando se dio cuenta de lo que había hecho, fue en busca de ayuda. Sergio asegura que sino llega a poner fin a esa situación, hubiera podido matarla, pero el tratamiento al que se somete, le ha ayudado: ‘necesitas una terapia, a mí la cárcel no me va a curar’.