Dos maneras de divertirse, dos estilos de vida

TELECINCO.ES 24/06/2008 11:18

Mercedes Milá y su equipo han seguido durante todo un fin de semana de marcha a dos jóvenes. Uno de ellos es Marcos, que no puede salir sin consumir drogas. Héctor, por contra, no necesita ningún tipo de drogas para estar de fiesta con sus amigos hasta altas horas de la madrugada. "¿Qué es lo que más me gusta de la cocaína? Pues el sabor que tiene y que cuando estas pedo, cuando te pones borracho te pones una raya y se te quita el pedo. Yo la controlo bastante", explica Marcos a una reportera del equipo de 'Diario de' mientras se mete una raya tras otra y se fuma un 'nevado' (un cigarrillo impregnado de cocaína).

Por contra, Héctor sale con sus amigos por un barrio de Madrid. Le acompañamos y vamos con sus colegas a comprar alcohol. Él prefiere no beber. Salen a un sitio de copas y Héctor se integra como uno más y demuestra lo sencillo que puede resultar salir y pasarlo bien sin necesidad de tomar ninguna droga.

Como Marcos no tiene suficiente droga, le acompañamos a un poblado donde suele pillar. Allí consigue 8 gramos de cocaína y medio de cristal. Se gasta en total 400 euros, casi la mitad de su sueldo. Lo peor de todo es que cuando llega a casa está nervioso, eufórico. Necesita volver a drogarse para sentirse tranquilo. Decide salir y comenzar la marcha en la calle. Como no tiene suficiente con la cocaína, se pasa a la droga de moda: el cristal. Con ello conseguirá desinhibirse, relacionarse mejor con los demás, y si hay suerte, incluso, ligarse a una chica.

Es la primera vez en toda la noche que se atreve a hablar con mujeres. Marcos, sin embargo, continúa saliendo y diviertiéndose sin tomar alcohol. Conoce a una chica con la que baila y hacia las seis de la mañana se va a casa. Al día siguiente tiene partido con los amigos y no se lo quiere perder. A las ocho de la mañana amanece en Granada. Más de diez rayas de cocaína y la fiesta aún continúa. Marcos va a un 'after hour' donde le esperan nuevas sensaciones. Marcos está al límite de sus fuerzas y su cuerpo sufre las consecuencias de tanta droga. Finalmente, después de semejante desmadre,se acuesta a las 10.30 de la mañana. Tras dormir unas horas, se despierta. Tiene una enorme resaca y decide que la mejor manera de comenzar la fiesta del sábado es esnifar otra raya de coca. Su adicción es demasiado grande y se le escapa de las manos.