Marcos , un carismático homosexual; Cris, una chica que se mantiene virgen a los 20 y Pablo, un joven con pocas habilidades sociales, narran con gran sentido del humor sus peripecias en tres tramas independientes que se entrecruzan en cada entrega. Los actores Mario Angulo, Jonás Alonso y Sharay Fernández dan vida al trío protagonista de la serie. De esta manera, telecinco.es arranca con la emisión de 'Con pelos en la lengua', una de las short movies con mayor éxito en Internet, que se ha convertido en un fenómeno dentro de las principales redes sociales gracias al 'boca a boca' y a los perfiles virtuales de los personajes en Facebook y Fotolog, entre otras.
Producida por MVM Producciones para telecinco.es, 'Con pelos en la lengua' consta de tres capítulos por entrega, cada uno de ellos protagonizado por uno de los personajes principales de la serie, cuyas tramas se entrecruzan en un cómico e innovador recurso narrativo en el que los personajes secundarios de la serie -amigos, parejas sentimentales y diversos familiares- se convierten en hilos conductores.
'Con pelos en la lengua' podrá verse cada semana en el portal de vídeos de la cadena y en el site oficial de la serie.
Marcos, Cris y Pablo, los protagonistas de 'Con pelos en la lengua'
Marcos (Mario Angulo) es un homosexual al que la palabra promiscuidad se le ha quedado corta. Cansado de tanta actividad, se ha propuesto detener su vida sexual hasta encontrar a su 'príncipe azul' pero, aunque trata de hacerlo lo mejor que puede, el destino parece haberse puesto en su contra.
Cris (Sharay Fernández) es una estudiante de Derecho que ha tenido una educación clásica, pero tras un desengaño amoroso decide que 20 años son suficientes para dejar de ser virgen. Sin embargo, la joven ve con sorpresa cómo se complica la tarea de encontrar al candidato ideal.
Cuando era pequeño, (Jonás Alonso) sufrió el acoso de las compañeras más explosivas de su instituto, pero lo que él vio como un golpe de suerte sin precedentes se convirtió en su peor pesadilla cuando su madre interpuso una denuncia. Ahora es un apestado social al que las chicas no quieren ni mirar por miedo a represalias legales y Pablo se marca un ultimátum extremo: o practica sexo en el plazo de un año o se suicidará. La cuenta atrás ya ha comenzado y, de momento, la cosa no pinta nada bien. Pablo