Paz Vega solo tiene una hermana más y dice que sus padres se quedaron con las ganas de tener un Manolito. Como el niño nunca llegó, fue ella quien ocupó ese lugar. “Me cortaba el pelo, hacía deporte, mi padre me llevaba a las carreras de galgos y caballos… He hecho cosas de chico porque Manolito nunca llegó”, recuerda Paz.