Para Rafael Amargo tirarse de un trampolín es un gran reto: “Yo bailo y tengo los pies muy pegados a la tierra. Para mí, esto es una forma de superarme a mí mismo”, ha dicho después de realizar su salto desde la plataforma de 5 metros. Por haber mantenido la línea y haber hecho una buena entrada en el agua desde tanta altura, el jurado le ha dado 28 puntos.