Lothar Matthäus: El ‘eterno’ líbero de Alemania
El jugador que más Mundiales tiene a sus espaldas. Hasta en cinco campeonatos del mundo, Lothar Matthaus (1982, 1986, 1990, 1994 y 1998) defendió la camiseta nacional de Alemania. Su primera cita fue en España 1982, con sólo 21 años, y aunque no aportó demasiado para que su selección llegara hasta la final, jugó unos 50 minutos entre dos partidos, Chile y Austria. Además de los cinco mundiales, Matthaus es el único jugador que ha disputado cuatro Eurocopas de forma no consecutiva: 1980, 1984, 1988, 2000. Matthaus marcó una época en Alemania, al frente de la selección y del Bayern, el capitán era la voz de mando con los dos y su colocación sobre el césped hacía pensar que podía jugar hasta la edad que quisiera.Franz Beckenbauer: El ‘Kaiser’ de Alemania y del fútbol mundial desde 1966
"Ser finalista en una Copa Mundial no es un mal resultado para un jugador joven". Y si marcas cuatro goles durante el torneo, uno en las semifinales ante la URSS para dar el pase a la final a tú selección, y sólo tienes 21 años es porque has nacido con un ‘don’ para jugar al fútbol. Franz Beckenbauer siempre fue distinto, con galones en Alemania desde el principio. El alemán se dio a conocer en el Mundial de 1966, marcando cuatro goles siendo casi imberbe, y llevando a Alemania hasta el subcampeonato tras caer con Inglaterra, la anfitriona, en la prórroga y siendo el ‘kaiser’ del centro del campo. Ese año, comenzó a escribirse la historia del mejor jugador alemán de todos los tiempos. Cinco Bundesligas, cuatro copas de Alemania, tres Copas de Europa, una Recopa, una Intercontinental, una Eurocopa y un Mundial y dos veces Balón de Oro… Entre otros muchos logros como jugador. El Kaiser es la figura del fútbol alemán por excelencia, un jugador de otra galaxia que comenzó a ser eterno en el Mundial de 1966.Oleg Salenko: Cinco goles para la historia
El 28 de junio de 1994, Oleg Salenko se levantó con el pie derecho, o mejor dicho, ese día ganó la lotería sin echar el boleto. El delantero ruso se convirtió ese día en el único jugador en marcar cinco goles en un partido de un Mundial. Era el último partido de Rusia en Estados Unidos pero fue el primero de una vida distinta para Salenko. El delantero había jugado en equipos como el Zenit, Dinamo de Kiev o el Logroñés y ese año dio el salto al Valencia, como el gran fichaje de la temporada. Salenko no cuajó en el equipo che y más tarde en el Rangers tampoco pero la carrera ya la tenía hecha. Aquel día en Estados Unidos, Salenko se solucionó el resto de sus días. O eso parecía porque hace un tiempo salieron unos rumores en los que podría haber vendido aquella Bota de Oro (empatado con Stoichkov) para saldar unas deudas que tenía. Oleg Salenko o como tener una estrella el resto de tu vida.Dejan Savicevic: El hermano mayor de la genial generación yugoslava
Yugoslavia jugó su último Mundial con una generación joven que despuntaba en el panorama europeo. La cita de Italia ’90 fue el descubrimiento del aluvión de estrellas yugoslavas en el fútbol. Por encima de todos, destacó un joven Dejan Savicevic, que aseguraba el futuro, que nunca se dio, de una selección llamaba a cosas grandes. El jugador de la Estrella Roja en aquella época jugó cuatro partidos en Italia, no marcó ningún gol pero acompañó a su selección hasta los cuartos de final ante Argentina. Savicevic alcanzaría la gloria un año más tarde en la final de la Copa de Europa ante el Marsella y su posterior paso al Milan. El media punta consiguió hacerse un hueco en el Milan de Sacchi y Capello y fue una de las cabezas visibles del fútbol total del Milan.Tomas Brolin: El sueco guapo que sedujo en Italia ‘90
Tomas Brolin le debe todo lo que fue al año 1990. El Mundial de Italia le sirvió para darse a conocer al panorama futbolístico y que su vida diera un cambio radical. Suecia perdió los tres partidos de la fase de grupos y se volvió sin puntuar a casa pero Brolin dejó su sello con un gol a Brasil en el estreno en Italia. Su participación en aquella cita mundial le hizo fichar por el Parma y, en las cinco temporadas que estuvo en el equipo italiano, consiguió una Copa, una Recopa de Europa y fue finalista de otra. Pero su mayor logró volvió a estar con Suecia, en el mismo torneo que le dio la oportunidad de crecer como jugador cuatro años atrás. En el Mundial de Estados Unidos, Suecia se metió en semifinales siendo, junto a Bulgaria, la revelación del campeonato, pero cayó con Brasil en el penúltimo partido. Brolin era el líder de aquel equipo y lo pudo llevar hasta el tercer puesto. Tras el Mundial de 1994, Brolin se lesionó de gravedad, salió del Parma y nunca volvió a ser el mismo.Samuel Eto’o: El ‘negrito’ que enseñó su nombre al mundo en 1998
Sólo fueron 25 minutos pero bastaron para que su nombre empezara a sonar entre los secretarios técnicos de los grandes clubes europeos. El delantero ya estaba en el Real Madrid gracias a un doblete que marcó con 15 años y que no pasó desapercibido para Pirri, director técnico del equipo blanco en ese momento. Eto’o regreso al Madrid tras el Mundial pero Hiddink no le encontró hueco, al igual que Toshack a la temporada siguiente y el delantero tuvo que buscarse la vida fuera del Madrid y no lo hizo mal. Eto’o puede presumir de tener en su palmarés una Copa del Rey con el Mallorca, otra con el Barcelona, además de tres ligas y dos Supercopas de España con el equipo culé, otras dos copas, una liga y una Supercopa en Italia con el Inter, cuatro Champions, una Intercontinental, un Mundialito, una Copa de África y el oro en los Juegos Olímpicos. Unos títulos sólo al alcance de los elegidos.Ronaldo: El Fenómeno precoz
Ronaldo Nazario da Lima fue campeón en 1994, cuatro años antes de darse a conocer en una gran cita del mundo. En Estados Unidos ‘sólo’ completó la plantilla de un equipo que salió campeón con Romario, Bebeto y compañía… En 1998, con la responsabilidad a sus espaldas de llevar el peso de una selección como la brasileña, Ronaldo guio a Brasil hasta la final. Una final en la que perdió contra la Francia de Zidane y en la que varias horas antes del decisivo encuentro tuvo una crisis que le hizo perder el conocimiento. EL delantero marcó cuatro goles en siete partidos pero no logró levantar la copa en París y tuvo que esperar cuatro años más para, esta vez sí, proclamarse campeón del mundo con un torneo soberbio. Tras 1998, Ronaldo entró en una etapa de lesiones que no le permitieron levantar cabeza hasta que llegó al Madrid en 2002, tras la cita de Corea y Japón.Fernando Torres: ‘El Niño’ de España
En su primer partido en un Mundial, Fernando Torres dejó claro que era un goleador. El delantero debutó en una cita de la Copa del Mundo con un gol ante Ucrania y jugando los 90 minutos. Torres pedía paso en La Roja con 22 años y se ganó la confianza de Luis Aragonés para la Eurocopa de 2008, en la que sería clave con el gol a Alemania en la final. ‘El Niño’ jugó cuatro partidos en Alemania y marcó tres goles, el de Ucrania y un doblete ante Túnez, en el segundo encuentro. Aún aguantó un año más en el Atlético de Madrid antes de dar el salto a la Premier, el Liverpool y Rafa Benítez apostaron por él y se convirtió en un héroe en Anfield. Tras su paso por los ‘reds’ llegó su fichaje por 58 millones al Chelsea, donde conquistó la Champions. Fernando Torres creció con La Roja y se hizo adulto con el tanto en la final de la Eurocopa ante Alemania, ese tanto que le hará pasar a la historia de la Selección.Eusebio: La ‘Pantera Negra’ de Portugal… y del mundo
Si a los 25 minutos de unos cuartos de final de un Mundial, tú selección va perdiendo por 3-0, pocas cosas puedes hacer: rezar para que la humillación no sea muy grande o encomendarte a un ‘súper crack’. Portugal hizo lo segundo en el Mundial de 1966. A los 25 minutos de partido, el combinado portugués perdía por 3-0 ante Corea pero allí emergió Eusebio para convertirse en el héroe de su país y llevar a los suyos hasta las semifinales con cuatro goles y un 5-3 final. Eusebio fue el máximo goleador de aquel campeonato con nueve dianas pero no pudo llevar a Portugal hasta el título porque cayó con Inglaterra por 2-1. Eusebio dedicó su vida al Benfica, club en el que consiguió 11 ligas, dos Copas de Europa, el Balón de Oro, una Bota de Oro… Entre otros muchos títulos. Eusebio falleció el 5 de enero de 2014, a los 71 años, pero la ‘Pantera Negra’ es eterna en Portugal.Henrik Larsson: El hombre gol de Suecia
En 1994, en el Mundial de Estados Unidos, un jovencísimo jugador con rastas en la cabeza se asomaba al mundo para darse a conocer. Era Henrik Larsson, un delantero que marcaría una época en el fútbol sueco y en el Celtic de Glasgow. Larsson jugó su primer partido con la selección en 1993 y sólo un año después ya participó en su primer campeonato del mundo. El hombre gol de Suecia en los últimos 20 años, jugó cinco partido y marcó un gol, el tercero de Suecia ante Bulgaria en la lucha por el tercer y cuarto puesto en Estados Unidos. Larsson fue un icono en el Reino Unido y recibió la medalla de Orden del Imperio Británico por su gran importancia dentro del mundo del fútbol británico. Tras su pasó por el Celtic llegaría al Barcelona, donde siempre cumplió de cara a portería. El Mundial de Estados Unidos fueron los primeros pasos de un jugador que marcó una época dentro del fútbol del Reino Unido.Maradona: D10S se bautizó en el Mundial de España
Ya era un jugador conocido en todos los rincones del planeta pero no disputó su primer Mundial hasta España 1982. Diego Armando Maradona jugó su primer campeonato del mundo en 1982, en España, y debutó en el césped del Camp Nou. D10S no fue convocado para el de 1978 por ser demasiado joven pero cuatro años más tarde ya dejó destellos de lo que era capaz de hacer con el balón. Tras una buena primera fase, en la segunda, Brasil e Italia, con un marcaje de Gentile que pasaría a la historia, frenaron al Pelusa. Maradona dio el salto a Europa y en el Barcelona escribió las primeras líneas de su carrera fuera de su país. Más tarde llegaría el Mundial de México 1986, por el que será recordado siempre, su etapa en el Nápoles y sus problemas con la droga. Maradona marcó dos goles en el Mundial de España pero no pudo guiar a su selección más allá de la segunda fase. Cuatro años después sería distinto…Michael Owen: ‘The Golden boy’
Con 18 años asumir la responsabilidad del ataque de una selección como Inglaterra no está al alcance de muchos jugadores. Michael Owen se convirtió en la referencia de la selección inglesa en el Mundial de Francia 1998. El delantero jugó los cuatro partidos y marcó dos goles, uno en octavos de final contra Argentina que le elevó a los altares del fútbol mundial pese a su juventud. En Francia consiguió ganar el premio a mejor jugador joven y en 2001 levantaría el Balón de oro como mejor jugador del planeta. De exquisita educación, en 2004 decidió cambiar los aires de Liverpool por Madrid. Su experiencia en España no fue la esperada y el Newcastle le abrió la puerta de nuevo en Inglaterra. Más tarde el Manchester United le acogió como delantero suplente, antes de retirarse en el Stoke. Owen llevaba el gol en las venas, siempre lo demostró, y vio puerta en todos los clubes con mucha facilidad. ‘The Golden Boy’, el niño bueno inglés que encandiló a todos en cada rincón que se asentó.Pelé: Simplemente ‘O Rei’
El gol de la victoria en cuartos de final ante Gales, un hat-trick en la goleada de semifinales ante Francia (5-2) y un doblete en la gran final del Mundial de 1958 ante Suecia, con un golazo tras un sombrero que maravilló al mundo. “Prefiero jugar contra 10 alemanes que contra 1 brasileño”, dijo el portero francés tras las semifinales y es que aquel equipo fue el comienzo del ‘jogo’ bonito. ‘O Rei’ Pelé fue la primera gran estrella de Brasil y que con 17 años levantó la Copa del Mundo siendo el protagonista junto al gran Garrincha. Sus lágrimas tras la victoria ante los suecos y dar la vuelta al terreno de juego a hombros simbolizó el principio de la carrera de uno de los mejores jugadores de toda la historia. Tras Suecia 1958, Pelé lograría también el Mundial de 1962 y más tarde el de 1970, formando una de las selecciones recordadas con el paso del tiempo como una de las mejores de la historia. Aquella Brasil del 70 pasó a formar parte de los libros de historia y con la que Pelé escribió su última página dorada con la selección amarilla.Franck Ribery: ‘Scarface’
“De pequeño se burlaban de mí y me escondía a llorar en un rincón. Pero eso me ha ayudado en la vida”. Franck Ribery tuvo una infancia dura, abandonado por sus padres al nacer, tuvo un accidente de coche a los dos años que le marcó la cara de por vida. No se operó porque las cicatrices le ayudaron a formar su carácter y el mote de Scarface, película estrenada el año de su nacimiento le ha acompañado siempre. En el Mundial de 2006, tras dar vueltas por varios equipos como Ales, Brest, Met, Galatasaray y Marsella se dio a conocer al mundo y los grandes equipos se fijaron en él. En Alemania 2006, el francés, en la última cita de Zidane, llevó a su selección hasta la final ante Italia. Ribery marcó un gol en el torneo, ante España en octavos de final y se convirtió en la referencia francesa. El Bayern se fijó en él y al año siguiente pagó 25 millones de euros por su traspaso para que fuera el líder del equipo alemán.