La cruz de la moneda se condensa en dos calles, la de San Bartolomé y la de San Marcos. Ahí un par de locales abren sus puertas desde las seis hasta las nueve de la mañana, todos los fines de semana. Cobran 10 euros de entrada con derecho a consumición, están atestados de gente bailando y consumiendo alcohol.
Esto no sería nada extraño si tuvieran la licencia para poder ejercer como locales de ocio. Hemos acudido al registro mercantil y hemos visto que la actividad para la que están dados de alta es como establecimiento de hostelería, bar o cafetería, pero allí se sirve de todo menos cafés y churros.
"Yo he visto como partían las piernas a un tío en la esquina"; "En mi portal se meten rayas día si y día también"; "No entiendo por qué, después de todas las denuncias que hemos interpuesto, no los cierran ya"
Son las voces de los vecinos, ninguno quiere desvelar su identidad, porque según ellos "existe un entramado mafioso que regenta estos locales..." Tiene miedo y están hartos.
La realidad es que el Ayuntamiento de Madrid abrió un expediente de cese de actividad hace casi un año, pero luego el juzgado revocó esta orden. Y ahí continuan "jueves, viernes, sábado y domingo, sin dejarnos dormir", dice María....Abiertos hasta el amanacer...
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