Según informaron fuentes de la selección, no saltaron al terreno de juego "por decisión técnica" y se quedaron en el gimnasio del complejo universitario, al que acudieron después del entrenamiento más jugadores para completar la preparación.
En principio ninguno de los cuatro tiene problema físico alguno, ni siquiera Xabi Alonso, que se retiró antes de acabar el entrenamiento matinal simplemente por precaución, al estar ligeramente cargado.
Andrés Iniesta, mientras tanto, continuó con su trabajo específico después del edema que sufrió en su muslo derecho durante el último partido amistoso en Murcia contra Polonia.
El centrocampista del Barcelona sigue la evolución bajo la atenta mirada del readaptador de la selección nacional, el burgalés Hugo Camarero, y podría incluso hasta irse incorporando al grupo en las próximas sesiones.
El resto de internacionales trabajaron con normalidad a las órdenes de Vicente del Bosque con el balón una vez más como absoluto protagonista.
De nuevo los jugadores tuvieron que insistir en movimientos de balón en espacios pequeños y en la presión en un par de partidillos, primero a tres cuartos de campo y luego a menos de la mitad.
El entrenamiento fue seguido atentamente por un par de centenares aficionados, algunos de ellos españoles, que por momentos intentaron rivalizar con cánticos con un grupo de sudafricanos, quienes no pararon de interpretar sus típicos ritmos.