Si a comienzos de otoño todo el séquito Pitt-Jolie se mudaba a Berlín para que el actor trabajase bajo las órdenes de Quentin Tarantino, 'Inglorious Bastards', la estabilidad les ha durado poco tiempo. Después de tres meses de rodaje en Alemania, y con los Oscars a la vuelta de la esquina, la familia no tiene tiempo de acomodarse.
El último destino del matrimonio es Tokio, donde Brad Pitt va a presentar 'El curioso caso de Benjamin Button' a todo Japón. Es con esta película, que cuenta con 13 candidaturas a los Oscars, con la que Pitt podría llevarse este año el galardón a mejor actor, en la que destacan tanto su interpretación como la asombrosa transformación que se somete para caracterizar a su personaje.
Para conciliar vida familiar y profesional y pasar el mayor tiempo posible juntos, los pequeños han viajado con ellos al país del sol naciente. Y pese a las horas de vuelo, parecen toda una familia feliz. IM