El programa de visitas gratuitas, que se extenderá hasta el próximo 5 de julio, permitirá observar los restos del casco del barco en el mismo lugar donde se lo halló, el 29 de diciembre pasado.
La Alcaldía porteña ha montado unas pasarelas alrededor del descubrimiento, en un sector de los terrenos donde se construye un gigantesco complejo de edificios de Puerto Madero, antigua zona portuaria que se ha convertido en uno de los barrios más lujosos de la ciudad.
Durante unos 20 minutos los visitantes podrán observar el barco desde distintos ángulos, acompañados por guías que aportarán detalles del hallazgo arqueológico, considerado el más importante de Buenos Aires.
A pesar de que tenía cuatro cañones para su defensa, los expertos determinaron que se trata de un mercante de navegación transoceánica con una eslora de 28 metros que aparentemente encalló cuando llegaba al puerto de Buenos Aires hace más de 200 años.
"Todavía hay que determinar exactamente en que año llegó porque si arribó antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776, era un barco contrabandista, dado que este buque no podía ingresar mercadería antes de ese año", señaló el ministro de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
Los expertos que trabajaron en el rescate de los restos presumen que se trata de una embarcación española debido a los hierros, las cerámicas y las monedas halladas en su interior, entre otros objetos descubiertos, como vasijas, pipas, cañones, partes del timón, sogas y llaves.
"Creíamos que ya habíamos encontrado todo lo que había dentro, pero cuando estábamos acondicionando el navío para iniciar las visitas, también hallamos el espejo del barco" (parte donde va instalado el timón), contó a Efe Marcelo Weissel, uno de los arqueólogos a cargo del rescate del antiguo galeón.
"Es un tesoro y esperemos que sea la llave para atraer más turismo. Con la crisis global, el turismo no viene tan espontáneamente, con lo que hay que incentivarlo cada vez más", sostuvo el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, al anunciar el programa de visitas.
En este marco, el gobierno porteño convocó al canal National Geographic para que produzca un documental sobre el hallazgo arqueológico que será emitido este domingo.
Weisell estimó que el galeón encalló cuando llegaba al puerto, una zona de marea cambiante cuyas condiciones dificultaban la entrada a los barcos.
"Esta situación sumada al sedimento de conchillas que encontramos en el barco y el fuerte golpe que registraba su quilla hacen presumir que el buque quedó encallado", añadió el especialista.
Los restos del barco serán regados con agua mientras dure el programa de visitas, con el fin de mantener la humedad que necesita la embarcación para su conservación, indicó.
Después de que finalice su exposición, el próximo 5 de julio, el buque será trasladado a un antiguo depósito en el barrio porteño de La Boca, donde continuarán realizándose las tareas de conservación e investigación de los restos.
Weissel sostuvo que este hallazgo permite conocer el modo de vida en el siglo XVIII, cuando numerosos galeones pasaban por esta zona ribereña del Río de la Plata a la que calificó "como un cementerio de barcos" antiguos.
"En numerosos rincones de la ciudad había restos arqueológicos, pero muchas veces no se denunció su existencia y se perdieron para siempre", se lamentó Lombardi.