En las páginas de contactos de Cartagena de Indias abunda la combinación de sexo y menores de edad. Cientos de fotos de preadolescentes conforman un macabro catálogo a disposición de todo aquel que tenga un mínimo de 150 euros. "Lo primero que aclaran los proxenetas es que los menores son muy caros porque se trata de una actividad ilegal. Hemos contactado con uno de ellos en una cafetería, nos va a traer a un niño de 13 años". Andrés Torres es el presidente de Protect, una ONG española que lucha contra la prostitución infantil en todo el mundo. Se acaban de instalar en Colombia, pero trabajan desde hace años en el suéste asiático donde ya han conseguido la captura de más de 70 pederastas. "En estos países, la policía no tiene recursos para llevar a cabo amplias investigaciones. Colombia destina casi todos sus efectivos a la lucha contra el narcotráfico, el terroristmo y el crimen organizado, por lo que no pueden dedicar a varios agentes a seguir a un presunto pedófilo durante días y hacerle guardia hasta que contacta con el menor. Es un trabajo muy laborioso, y es donde les ofrecemos nuestra ayuda".
Protect tiene contratados en Colombia a tres investigadores. Son ex policías, que saben bien cómo infiltrarse en los ambientes donde se mueve la prostitución. Su objetivo es identificar tanto a las redes que explotan a los menores como a los pederastas. "Nosotros nos dedicamos a recabar pruebas. Grabamos los seguimientos, identificamos a los menores y hablamos con sus familias para que denuncien. Cuando ya tenemos el caso armado, le pasamos todo el material a la policía para que judicialice en caso. Así logramos las detenciones".
Les acompañamos en una investigación real. Andrés se mete en la piel del pederasta y acude a la cita con una cámara oculta. Al rato aparece el proxeneta con el que había pactado la cita. Le acompaña un niño de tan sólo 13 años que se ofrece para complacerle "en lo que usted quiera". El encuentro se desarrolla en una céntrica cafetería del centro de Cartagena. Los detectives de la organización graban la cita desde una furgoneta aparcada en la misma calle. "Sospechamos que se trata de una red que trabaja a más menores y en la que está implicada más gente. En los próximos días continuaremos con los seguimientos para pdoer identificarlos a todos. Si realizasemos ahora msmo la denuncia, no llegaríamosa desarticular esta red".
La playas de Cartagena también son otro punto donde encontrarse con la dura realidad de la prostitución infantil. Al igual que se compra y se vende comida, bebida o hamacas los proxenetas se acercan al turista para ofrecerle sexo sin limite de edad. Por una comisión de 150 euros, nos indican la dirección de un apartamento donde exhiben a los menores. Se trata de tres niñas de 15, 13 y 12 de niñas. "Es terrible encontrarse con esto, la persona que me las ha enseñado lo hizo como si fueran mercancía. Está claro que esto lo tienen muy organizado. Puede haber mucha gente implicada. Y eso a pesar de que las leyes colombianas castigan la prostitución infantil con penas de 14 a 20 años de prisión" nos dice Andrés al salir del apartamento.
Protect se acaba de instalar en Colombia, aunque hace ya 5 años que trabajan en el sudéste asiático donde han logrado detener a más de 70 pederastas.
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