Costa-Gavras se une a Berlanga y Saura, cineastas 'Doctor Honoris Causa' por la Universidad Complutense

EUROPA PRESS 29/01/2016 14:50

Con esta distinción, pasa a formar parte del "selecto" plantel de cineastas que han recibido el reconocimiento oficial de la UCM, en el que figuran Carlos Saura y Luis García Berlanga, ambos doctores 'honoris causa' de esta universidad, pero también otros como Luis Buñuel y Juan Antonio Bardem, que recibieron la Medalla de Oro que concede la universidad.

El director de cine ha comenzado su discurso hablando en castellano para recordar su vinculación con España, que se inició en 1960 cuando acudió a Torrevieja (Alicante) como ayudante de director en una de las primeras películas en las que trabajó.

"Algunos días después del inicio del rodaje, vino una actriz y me dijo que los trabajadores querían partirme la cara --ha bromeado--. Resultaba que yo daba las indicaciones y ellos no entendían mi español y no podían hacer su trabajo. Recibí las críticas, me disculpé y les pedí que me ayudaran".

Según ha asegurado, desde entonces su relación con el mundo hispánico "ha estado presente durante toda su vida profesional y privada" y ha agradecido el "bello regalo" que para él supone la investidura como doctor 'honoris causa'.

Costa-Gavras, nacido en Grecia en 1933 pero educado en Francia desde su etapa universitaria, ha dirigido más de una veintena de películas desde que comenzó su andadura como director en 1965 y continúa en activo a sus 83 años. El último de sus largometrajes se estrenó en 2012 con el título 'El Capital' y en él hacía una crítica del sector financiero y bancario en el marco de la actual crisis económica.

Durante la 'laudatio' pronunciada tras la investidura, el vicedecano de estudiantes y profesor doctor de la Facultad de Ciencias de la Información, José Antonio Jiménez de las Heras ha puesto de relieve la trayectoria personal y profesional de Costas-Gavras, a cuyo reconocimiento va orientado el nombramiento como doctor 'honoris causa'.

"¿Y qué tienen en común obras tan diversas como las de Gavras, Saura, Berlanga, Buñuel o Bardem? --ha indicado Jiménez de las Heras--. Lo primero con lo que toparíamos sería el reconocimiento social de una obra con todos los galardones posibles".

Así, ha recordado que entre el palmarés del artista figuran dos premios Óscar, varios premios del Festival de Cannes, incluida una Palma de Oro, el Oso de Oro de Berlín, y "decenas de homenaje y premios en diversos festivales", además de la Legión de Honor que concede la República de Francia.

UNA MIRADA POBRE Y VALORES ARTÍSTICOS

Sin embargo, ha asegurado que, más allá del reconocimiento y los premios por sus obras, lo que "iguala a Gavras a los grandes hombres del cine y la cultura" son "una mirada pobre imprecindible en el cineasta" y "unos valores artísticos que son el principio de toda creación que merezca tal nombre".

Junto con esto, ha puesto de relieve la capacidad del cineasta greco-francés para fundir en sus obras las "formas" del cine europeo y la "fuerza narrativa" del estadounidense y se ha mostrado convencido de que, gracias a ello, ha sido capaz de "alumbrar casi un género propio dentro del cine político" y de influir a lo largo de su carrera en cineastas "a ambos lados del Atlántico".

De hecho, el Decreto de Nombramiento leído al inicio del acto ha subrayado de forma particular "la magistral carrera cinematográfica como director y guionista a lo largo de más de 50 años" del cineasta sino también su "especial sensibilidad para retratar conflictos sociales y políticos" y su empeño en la defensa, desde el arte, de los Derechos Humanos.

CINE POLÍTICO

Jiménez de las Heras ha recordado que a menudo se ha definido el cine de Costas-Gavras como "cine político", aunque ha precisado que, a su juicio, "todo el cine es ideológico". "La ideología es la transmisión de una visión del mundo, algo inherente a lo artístico y de lo que el cine no puede sustraerse. ¿Qué hay más ideológico que construir realidad a través del relato?", ha señalado.

Sin embargo, ha resaltado también la "voluntad política" del director para "guiar la mirada del espectador" a través de sus obras sin despreciar el carácter "espectacular" que debe incluir el cine. En lugar de eso, el director "sigue el principio básico de que el cine debe ser espectáculo" para llevar a cabo una "estrategia de transformación de la conciencia del espectador" mediante la modificación de la mirada del personaje principal con el que la audiencia se identifica, según ha explicado el profesor de la UCM.

"Gavras nunca perderá la capacidad de indignación moral. La obra y su autor nunca se casan con nadie. Ha conseguido situarse junto a un escogido grupo y se denostados por izquierda y derecha por su independencia --ha subrayado--. Todos sus personajes son náufragos a la deriva en la sociedad, víctimas y héroes a un tiempo".