El exmarido de Courteney Cox, David Arquette, ha ingresado este lunes en una clínica de rehabilitación.
El actor sufría una fuerte depresión y un gran problema de adicción al alcohol. "Cuando bebo, me convierto en un maníaco", declaró Arquette en una entrevista, en la que también aseguró que estaba padeciendo "una depresión nerviosa".
Y su estado anímico empeoró a raíz de su reciente divorcio con la actriz de 'Friends'. Tras una ineficaz terapia psicológica, el actor ha querido someterse a un tratamiento más intensivo.
De la que parece no faltarle apoyo es de su ex Courteney, que ha declarado que se encuentra preocupada por la situación de David, pero que lo "admira, lo ama y lo apoya".
David Arquette es un nombre más en la larga lista de estrellas que han tenido que ingresar en centros de rehabilitación para superar sus adicciones.