ERC asegura que un torero atacó una de sus sedes tras la prohíbición de las corridas de toros

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCAIS 29/07/2010 18:47

Según fuentes de ERC, un hombre se presentó este miércoles por la tarde en la sede que el partido republicano tiene en el barrio de l'Esquerra de l'Eixample, donde se identificó como Enrique Guillén y dijo que su profesión era la de torero.

En ese momento, en el interior de la sede había dos miembros de las juventudes del partido, que realizaban tareas de oficina. El agresor les increpó con frases como "me habéis arruinado la vida", en referencia a la prohibición de las corridas.

Junto al supuesto torero entraron una mujer, que al parecer era su esposa, y otros dos hombres, que gritaron consignas similares.

Los cuatro pro-taurinos se retiraron pero al poco el torero y otro de los hombres regresaron y empezaron a dar golpes al material de oficina, tiraron folletos del partido por el suelo y una silla por los aires, que hirió levemente a uno de los dos jóvenes en una pierna.

Los dos militantes, que fueron atendidos en el Hospital Clínico de Barcelona, así como ERC han presentado sendas denuncias sobre estos hechos.

La respuesta del torero

Al conocer la denuncia de ETC, el torero Enrique Guillén ha salido al ruedo para negar las acusaciones y aclarar lo sucedido.

Guillén asegura que no hubo tal ataque y aclara que se dirigió allí porque un grupo de personas que habían salido del local de los republicanos habían insultado y zarandeado a su esposa previamente.

Guillén ha explicado que las personas que se encontraban en la sede de ERC sabían que se trataba de la mujer de un torero, por lo que tras la prohibición de las corridas de toros en Cataluña se dirigieron a ella con gritos de "asesina y fascista" y la empujaron al suelo.

El torero, que ha asegurado que ha denunciado a los que zarandearon a su mujer, ha recalcado que acudió al lugar de los hechos en defensa de su esposa, y que en ningún momento destrozó el mobiliario de la sede, solo pegó "un patada a una mesa" como consecuencia del estado de "crispación" en el que se encontraba.