Juan Manuel Fangio

INFORMATIVOSTELECINCO.COM 05/03/2008 17:06

Fangio prosperó en la Fórmula 1 cuando el campeonato del mundo se encontraba en su más tierna infancia, mientras que él, comparativamente, era un "viejo hombre", que es como lo llamaron sus adversarios tras conseguir su último título de campeón del mundo en 1957 a la edad de 46 años. La mayor parte de sus adversarios eran más jóvenes que él, algunos podrían ser sus hijos, y casi todos ellos provenían de familias adineradas, mientras que Fangio era de uno de los lugares más humildes de Argentina, de una polvorienta ciudad fronteriza llamada Balcarce. Su padre y su madre eran inmigrantes de la región de Abruzzi de Italia, de donde Fangio era profundamente devoto. Tuvieron que sacar adelante a seis hijos (tres chicos y tres chicas). A sus padres debe Fangio sus virtudes de honradez, integridad, autodisciplina, respeto por los demás y sentido de la responsabilidad.

Once años depués de su nacimiento, un 24 de Junio de 1911, Fangio comenzó a trabajar como mecánico. Dedicó cuatro décadas de su vida a este negocio, mientras, competía con coches que él mismo preparaba en carreras interurbanas, muy duras. Gracias a los esfuerzos de estas maratones, Fangio superó dificultades asombrosas victoria a victoria. Cuando se marchó a competir a Europa, a los 38 años, regresó con grandes conocimientos en mecánica, competición y carreras.

1 La competición en Fórmula 1, con coches más sofisticados, permitió a Fangio pulir sus habilidades. Todo un pionero de las cuatro ruedas que cautivaba a los espectadores por su estilo a la hora de tomar las curvas sobre los pianos, haciendo que los neumáticos deslizasen sobre la pista, asombrosas maniobras para la época.

Más allá de su control sobre las cuatro ruedas, fue su fuerza física y su caracter asombroso el que le permitió sobresalir en una época en que era duro y complicado conducir coches de carreras a lo largo de pistas abruptas, en pruebas que duraban más de tres horas, y donde la resistencia de los coches era la que marcaba la diferencia en los Grandes Premios. Lo que hacía de Fangio un piloto superior a los demás era su fortaleza mental, paciencia, perseverancia, concentración y su enorme competitividad. En aquellos días extremadamente peligrosos, Fangio mantuvo siempre unos nervios de acero y un valor que los conductores de hoy en día no pueden ni imaginar, la seguridad de aquellos coches era prácticamente nula en comparación con lo que hoy día vemos en los circuitos.

Tuvo pocos accidentes y su lesión más seria fue por la fatiga mental a la que se vió sometido en un viaje a través de los Alpes en 1952. Durante toda una noche Fangio condujo a través de las montañas para llegar al circuito de Monza donde tomaría parte en una competición, pero perdió el control de su Maserati y se estrelló. El grave accidente dañó su cuello y dejó su lado izquierdo completamente rígido.

Una de las actuaciones míticas que se recuerdan de Fangio fué en 1957. Tras una parada en boxes, en la que perdió más de un minuto con respecto a los líderes de carrera, los Ferrari de Mike Hawthorn y Peter Collins, Fangio volvió con su Maserati a la pista de Nurburgring, y marcó las vueltas rápidas de carrera y estableció el récord del circuito.

Esta épica carrera le aseguró el quinto título mundial. Algunos meses después de este acontecimiento Fangio decidió abandonar una profesión en la que ha tenido que ver como muchos de sus compañeros fallecieron, 30 de ellos durante carreras. Con 46 años y con 5 títulos mundiales, Juan Manuel Fangio se retiró del deporte activo de la competición automovilística. Falleció en 1995 a la edad de 84 años, en su Argentina natal.