"Nunca me he dopado y, a diferencia de muchos de los que me acusan, he competido como un atleta de resistencia durante 25 años, he superado más de 500 pruebas antidopaje y nunca di positivo", explica Armstrong en un comunicado que ha hecho público a través de su página web. "Que la USADA me acuse a mí en lugar de a los dopados confesos dice más sobre su falta de justicia y de esta venganza, que sobre mi culpabilidad o inocencia", concluye Armstrong.
"Me han tonificado que la USADA, una organización financiada principalmente por dinero de los contribuyentes pero que se rige por sus propias reglas escritas, tiene la intención de sacar a relucir una vez más desacreditadas acusaciones de hace más de 16 años para impedirme competir como triatleta e intentar de despojarme de las siete victorias del Tour de Francia que había ganado", continúa el comunicado.
"Son las mismas acusaciones y los mismos testimonios que el Departamento de Justicia decidió no seguir adelante después de dos años de investigaciones. Estas acusaciones carecen de fundamento, motivadas por rencor y empujadas por testimonios comprados y pagados con promesas de anonimato e inmunidad", sentencia.