Leandro Marcos prepara ya con la Casa Chopera el reto de una nueva temporada

AGENCIA EFE 04/11/2010 20:43

Sin contrato escrito, de palabra y con el sello de un apretón de manos, "como se ha hecho siempre y con la intención de que sea duradero", Leandro y sus apoderados iniciaron la semana pasada una andadura que, en el caso del torero, "es el reflejo de estos años atrás, la recompensa al trabajo de abrirme paso poco a poco".

"Poder entrar en una casa tan grande y tan importante como es la de los Chopera me ha dado una ilusión y una moral enorme, pero también se lo que cuesta llegar hasta aquí y tener una oportunidad de esta categoría. Voy a salir cada día a darlo todo", ha manifestado el matador de toros vallisoletano a la Agencia Efe.

A sus 29 años de edad y con nueve temporadas a cuestas desde su lujosa alternativa -el 13 de mayo de 2002 en su Valladolid natal con Paco Ojeda de padrino y José Tomás de fedatario-, es consciente del reto que asume y de que buena parte de sus armas reside en el concepto artístico del toreo que atesora.

"Cuando he cuajado un toro a gusto ha tenido mucha repercusión. Mi estilo es lo que me ha abierto paso. Ésas son mis armas, pero aún tengo el techo muy alto, por lo que cada día tengo que trabajar y avanzar todavía más", ha añadido.

En ese empeño le van a ayudar sus nuevos apoderados, los hermanos Óscar y Pablo Martínez, hijos del recordado y ya fallecido empresario donostiarra Manuel Martínez Flamarique "Chopera".

"Ahora se que voy a tener la posibilidad de afrontar compromisos de mucha importancia que voy a aprovechar porque era el trampolín que deseaba. Me pilla con años de madurez, pero la nuestra es una profesión de asumir retos y yo me encuentro totalmente preparado para ello", ha asegurado

La remontada protagonizada por Leandro en 2008 y especialmente en 2009 con una recordada y clave actuación en la Feria de Santander, después de varios años de estancamiento que a punto estuvieron de arruinar su carrera, ha fructificado en 2010 con cerca de una treintena de festejos en cosos de fuste.

"He toreado más que nunca y me he presentado en plazas importantes como Bilbao, que me ha dado mucho y me ha permitido coger bastantes sustituciones de categoría en ferias", ha explicado el diestro.

Desde su participación en Valdemorillo (Madrid) hasta el cierre de El Pilar en Zaragoza, este año ha pisado el albero de Vistalegre, Las Ventas, Bilbao, Santander y Logroño, entre otras citas de relieve, hasta despertar la confianza de los hermanos Chopera "porque han visto en mí un tipo de torero que les encaja, cualidades para ser una figura y no les voy a defraudar", ha insistido.

El mal manejo de la espada le ha impedido redondear triunfos al pinchar "toros clave", un defecto que achaca a "problemas psicológicos, no de técnica" y que tendrá que reconducir porque "las oportunidades no se pueden dejar escapar".

Dentro de esa línea de trabajo y mentalización, no ha parado desde su última actuación en Zaragoza porque acabó la temporada "muy a gusto" y no quiere perder el contacto, ni el regusto que le dejó.

"No voy a parar. Estoy haciendo campo en Salamanca y dentro de poco bajaré a Andalucía. La temporada ya está a la vuelta de la esquina", ha concluido Leandro, a quien la temporada entrante acompañará en sus actuaciones el matador de toros retirado Gerardo Roa, desde hace años hombre de confianza de la Casa Chopera.

Por Roberto Jiménez