Este viaje, el primero para las pequeñas desde que se instalaron en la Casa Blanca, no ha pasado desapercibido para la prensa francesa, que ya se pregunta si los Obama cenarán en el exclusivo restaurante de la torre Eiffel.
Las pequeñas Obama acabaron ayer las clases, y lo celebrarán con una reunión familiar en la capital francesa, a la que hoy también llega Barack Obama tras su paso por Egipto y Alemania.
El presidente regresará a EE.UU. el domingo, pero Malia y Sasha permanecerán unos días más en París junto a su madre, que las llevará a hacer turismo y de compras, según la Casa Blanca.
Tampoco faltará una lección de historia en primera persona, ya que el viaje coincide con el 65 aniversario del desembarco de las tropas de su país en Normandía.
Malia, de 10 años, y Sasha, de 7, cruzaron el Atlántico en 2006 para visitar Kenia junto a sus padres, pero nunca habían visitado Europa.
A la espera de más viajes al extranjero en el avión presidencial, las hijas de Obama ya tienen la agenda completa para el resto de sus vacaciones de verano.
Además de nadar en la piscina de la Casa Blanca y jugar con sus amigos de Washington y Chicago, las niñas seguirán jugando al fútbol, asistirán a actividades deportivas y visitarán la casa de retiro presidencial en Camp David.