Y es que, se prevé que el 22 por ciento de la población mundial en 2050 tenga más de 60 años y, sin embargo, tal y como advirtió un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de octubre de 2015, no existe todavía evidencia de que las personas mayores tienen una mejor salud que la de sus padres cuando tenían la misma edad.
Asimismo, se ha constatado que la salud de los ancianos es diferente entre los países y que los mayores problemas que experimentan tienen que ver con las enfermedades crónicas no transmisibles, es decir, aquellas que pueden prevenirse con comportamientos saludables durante toda la vida.
En este punto, la OMS ha asegurado que para cumplir con los objetivos marcados en la estrategia mundial de envejecimiento saludable, es necesario desarrollar entornos "amigables" con los mayores y alinear los sistemas sanitarios a las necesidades de este colectivo. de vida.
Finalmente, el organismo ha destacado la necesidad de garantizar la equidad, los derechos humanos y mejorar la medición, seguimiento e investigación.