No tuvieron un camino fácil para llegar a la final. Eliminaron al Villarreal, al Olympique de Marsella y al Bayern de Múnich. Pero el duro trabajo tuvo al fin su recompensa y el 14 de mayo del 2008, los rusos se plantaron en la ansiada final.
Desde el primer minuto del partido, el Zenit dominó sobre el terreno de juego. Atacó al Rangers continuamente, dejándole sin opciones de crear peligro. Aunque la primera parte no fue demasiado vistosa, el ímpetu de los rusos fue suficiente para demostrar que eran merecedores de hacerse con el título.
Arshavin, el mejor del encuentro, se encargó de crear el primer gol junto a Denisov. Tras abrir el marcador, los rusos decidieron que el partido no se les podía escapar y mientras mantenían el balón, seguían atacando.
El Rangers intentó remontar el partido y mantener vivas las ilusiones de hacerse con la Copa de la UEFA. Sacó a tres delanteros pero no consiguió su objetivo.
Para redondear el encuentro, en el tiempo de descuento Zyrianov sentenció la final con un segundo tanto en el minuto 92, certificando que el Zenit merecía ser el nuevo campeón.