Diego Urdiales ha pasaportado con capacidad y solvencia al primer toro, animal pegajoso que se quedó crudo en varas, se vino al paso por el derecho y apenas tuvo opciones por el lado izquierdo, y al que lidió de manera ágil pero mató de forma deficiente. El cuarto se refugió en tablas y tendió a defenderse en ese terreno y el torero no tuvo opción.
Manuel Jesús El Cid ha sido aplaudido tras lidiar al segundo toro, que se dejó torear de capa donde el torero cosechó los mayores ovaciones, derribó en varas poniendo en apuros al picador Manuel Jesús Ruiz Román y dio espectáculo en banderillas donde saludó Alcalareño. En la muleta tendió a reponer y caminar entre pase y pase y el torero se puso por los dos pitones sin alcanzar el estímulo pretendido. El quinto fue muy protestado por doblar las manos en los primeros tercios.
Iván Fandiño ha lidiado con mucha dignidad al tercer toro, un animal que tendió a meterse por el pitón derecho y también repuso por el izquierdo. El torero vizcaíno se mostró sincero y muy decidido con el toro, incluso a costa de sufrir un revolcón sin consecuencias. Otro recibió del sexto, el peor de la corrida y uno de los más peligrosos de la feria, con el que volvió a mostrar sus ganas y expuso sin éxito.
Plaza de Las Ventas. Última de San Isidro. No hay billetes. Toros de Victorino Martín, en el tipo de su encaste . En el arrastre recibieron respectivamente ovación, silencio, silencio, pitos, bronca y pitos. Diego Urdiales, silencio en ambos; El Cid, aplausos y silencio; Iván Fandiño, silencio y aplausos.