Según explica Cristina Triana, El Economista, “el objetivo claro de los nuevos presupuestos es cumplir con Bruselas e intentar ajustar nuestro déficit. Así que no queda más remedio que mantener decisiones y tomar otras que no gustan como mantener la subida del IRPF y podría haber incrementos como el del IVA sanitario”.