El jugador balear se convirtió en el primero en la historia en alcanzar 70 victorias en Roland Garros, un nuevo récord en un torneo que quiere conquistar por décima vez. Para lograrlo, deberá superar en su próximo compromiso a un Djokovic que este año la ha vencido en su único duelo sobre tierra batida, las semifinales del Masters 1.000 de Roma (6-3, 6-3).
El partido ante Sock comenzó con dominio de Nadal, que rápidamente tomó ventaja en el marcador con dos roturas en los dos primeros saques del americano. Sin embargo, este intentó volver a meterse en el partido con su primer 'break', logrado en el cuarto juego.
El balear no encontraba su mejor ritmo en la Suzanne-Lenglen, sobre todo con su revés a dos manos, pero no dejó escapar su ventaja para cerrar sin más complicaciones el primer parcial, con una nueva rotura sobre el saque del estadounidense, una de sus mejores armas.
No cambió demasiado el panorama en la segunda manga, con el añadido de que el español se afianzó sobre la pista y redujo a la mínima expresión sus errores no forzados, pasando de los once de la primera a tan sólo uno en la segunda. Además, no desaprovechó que Sock flojeó con el saque, sin apenas meter primeros servicios. De este modo, se colocó rápidamente con un claro 5-0 y aunque su rival peleó por evitar el 'rosco', sentenció en su primera oportunidad con su saque.
El tercer set trajo por fin la primera delantera en el marcador del americano, que sujetó sus dos primeros saques para evitar al menos la tempranera escapada del manacorí en el marcador, quien logró dar un nuevo paso adelante para colocarse a un paso de la clasificación con 5-4 y saque.
Sin embargo, llegó la inesperada resurrección del norteamericano, que desplegó su mejor juego cuando se vio al borde del abismo. De este modo, soltó el brazo y maniató durante unos minutos a Nadal, que se vio impotente y encajó tres juegos consecutivos, incluidos dos 'breaks', para llevar el partido a la cuarta manga.
Pese a los ánimos del público francés, contento por ver cómo se alargaba el partido, Nadal logró manejar la situación en el cuarto set para impedir ningún conato de sorpresa. Tras lograr un 'break' tempranero, levantó un 0-40 cuando dominaba por 2-1 y arruinó definitivamente las esperanzas de Sock, que perdió su saque una vez más antes de doblar la rodilla en dos horas y 56 minutos de partido.