El informe médico sobre la salud del nacionalista de extrema derecha define su estado "enajenado" en el momento de su masacre en Oslo y Utoya el pasado mes de julio.
A consecuencia de este diagnóstico, Breivik podría ser ingresado en una institución psiquiátrica por un período indefinido, mientras los jueces consideren que representa un peligro para la sociedad, según publica la BBC.
Los autores del informe, concluyeron que el responsable de la masacre vivía en "universo delirante propio en el que todos sus pensamientos y sus actos son guiados por sus delirios".
Breivik admitió haber realizado el ataque, pero no se declaró culpable de los cargos, porque su acción "era necesaria".
El informe de 243 páginas, tendrá que ser revisado por un panel del Consejo Noruego de Medicina Legal y de aprobarse, se alteraría el juicio que se le sigue, aunque no sé puede determinar de qué manera.
"Lo más importante es que [Breivik] no podrá caminar por las calles ", comentó el informe psiquiátrico un abogado de una de las víctimas.
Breivik cometió uno de los atentados más atroces que ha vivido Noruega. Se disfrazó de policía e hizo estallar un coche bomba frente a las oficinas del gobierno en Oslo, matando a ocho personas.
Pocos minutos después se dirigió a la isla de Utoya, donde estaban reunidos cientos de jóvenes simpatizantes del partido del Trabajo noruego en un campamento de verano.
Allí asesinó a otras 69 personas, en su mayoría adolescentes e hirió a otras 151.