Como sucede en muchos casos relacionados con la anorexia, la obsesión de Davidson empezó por perder unos cuantos kilos de más. Su obsesión por el deporte se volvió tan enfermiza, que la joven residente en Sydney (Australia) llegó a pesar 37 kilogramos. A tal punto su pelo se caía, no tenía la menstruación y los médicos le advirtieron que, si continuaba en ese camino su corazón podría dejar de latir en cualquier momento.
Sin embargo, no fue hasta las navidades de 2013 cuando Davidson se dio cuenta de la gravedad del problema. Su madre, realmente preocupada por su estado de salud, le regaló el libro escrito por la actriz Portia De Rossy, en el que cuenta cómo logró superar su anorexia durante su juventud. Davidson, al verse reflejada con los hábitos de la actriz se dio cuenta de su propia situación.
Con la ayuda de toda su familia y especialmente de su hermana, la australiana empezó a ganar peso y a generar músculo en el gimnasio. Su meta dejó de ser perder peso y empezó a basarse en convertirse en modelo de bikinis como su hermana. “Ella es una gran inspiración para mí y como, modelo de bikinis, las dos prometimos que algún día estaríamos en un escenario juntas” dijo Davidson al diario Mirror. Y así fue, ambas compartieron esta experiencia ante la orgullosa mirada de sus familiares y amigos. Ahora, la joven ha ganado su primer Concurso de Bikinis WBBF y se prepara para ser una profesional dentro del sector.