"Comienza el segundo partido de mi vida", concluyó el actor malagueño en la gala de los Goya. Y este partido consiste, como él mismo revela, en "no abandonar el mundo de la actuación" porque, como puntualiza, no va "a cerrar las puertas" que le costó "mucho trabajo abrir".
"Pero en dirección se abre como un camino en el que me quiero expresar más a partir de ahora y conseguir cierta regularidad. Las dos películas que dirigido hasta ahora --'Crazy in Alabama' y 'El camino de los ingleses'-- han sido como poner un pie en el agua y ver la temperatura, medirme y ver la faceta que hay detrás de la cámara", prosigue.
En cualquier caso, reconoce que no le gustaría basarse en novelas en sus próximas películas. "Me gustaría hablar de mí mismo. Estoy escribiendo y quiero ponerme detrás de la cámara para desarrollar mis propias inquietudes y mi propia observación del mundo; a partir de ahí, dirigir y hablar. Ese es el inicio del partido pero espero llegar a la prórroga", bromea.
Sobre su percepción de la Gala de los Goya, afirma que le gustó mucho y destaca el papel de Dani Rovira "probablemente el mejor trabajo que se ha hecho, sin desmerecer a otros". "Fue un humor muy divertido, con cierta ironía pero sin hacer sangre ni ser hiriente, que a veces eso se convierte en algo violento", añade.
Preguntado sobre si asistirá a la próxima edición, en la que se conmemorará el 30 aniversario de los premios, afirma que espera acudir "por alguna razón interesante". En cualquier caso, precisa: "No hay que trabajar pensando en los premios sino en lo que uno puede decir".