El Gremi de Floristes advierte de la proliferación de tiendas de productos cannábicos en Barcelona, que se abren bajo licencia de floristería
La OMS y el Tribunal Superior de Justicia de la UE se muestran favorables a la comercialización de CBD, lo que ha aumentado su consumo en España
Los médicos advierten sobre sus riesgos secundarios: pese a que no es adictivo como el THC, frivoliza el consumo de cannabis
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En el último año se han abierto en la ciudad de Barcelona "entre 70 y 80 floristerías que en realidad no lo son", según asegura Joan Guillén, presidente del Gremi de Floristes de Catalunya. Son tiendas de productos cannábicos con base de CBD, que al no contener THC, el compuesto psicoactivo de la marihuana, es de venta legal en España.
Bajo el supósito de que estas tiendas suelen vender también semillas para el autocultivo de plantas de marihuana, muchos de los establecimientos abren con la licencia de floristería, pero "sólo hay que verlo para darse cuenta de que eso no es una floristería", asiente Guillén. Por este motivo, desde la asociación de comerciantes han pedido al ayuntamiento de Barcelona que desarrolle una ordenanza municipal para regular las tiendas de venta de productos de CBD, puesto que están proliferando en la ciudad, sobre todo en el centro y las áreas más turísticas.
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Desde el Gremio explican, por ejemplo, que las floristerías no tienen limitaciones geográficas, por lo que pueden estar situadas al lado de colegios o centros médicos, mientras que los estancos o las asociaciones cannábicas no, por eso sostienen que las tiendas de CBD tampoco deberían poder.
El CBD se obtiene del cáñamo, una variedad de cannabis sativa que contiene una cantidad muy reducida de THC. Ambos son sustancias químicas con efectos distintos sobre el sistema nervioso humano: mientras el THC tiene importantes propiedades narcóticas, responsables del "colocón" causado por la marihuana, el CBD no altera las capacidades cerebrales, aunque sí tiene efectos relajantes y el mismo sabor.
Caramelos de marihuana
Además de cogollos para el consumo directo y semillas para el cultivo, en estas tiendas se suelen vender otros productos alimenticios como gominolas, chocolates, galletas, aperitivos o bebidas con extractos de la planta, los cuales, para la doctora María Àlvarez, directora médica en el Instituto Hipócrates para el tratamiento de las adicciones, "son una gran puerta de entrada para el consumo de cannabis en el futuro", por lo que estos "formatos naif acarrean también riesgos", pese a que, por su aspecto, pueda parecer que no.
La doctora asegura que los productos de CBD "nunca están exentos de THC, siempre va a quedar algún decimal" de esta sustancia psicoactiva, por lo que las personas más sensibles a desarrollar una adicción podrían estarse poniendo en riesgo sin saberlo, a través de un formato que "frivoliza" el consumo de cánnabis.
Además de los riesgos para los adultos, Àlvarez subraya el peligro de que un infante pueda acceder a alimentos con marihuana por error: "Puede ser que al ver ese formato, lo cojan sin ningún miedo porque la apariencia los va a confundir", puesto que el aspecto de un caramelo de CBD no difiere de los de fruta.
Consumo legal
Según un informe del Comité Experto en Drogodependencia de la Organización Mundial de la Salud de diciembre de 2017, "el cannabidiol (CBD) no es adictivo ni nocivo para la salud”. Desde entonces, su consumo se ha disparado en España y otros muchos países, pese a las advertencias de los médicos sobre sus riesgos secundarios.
Este informe de la OMS no cambió la situación legal del CBD en España, pero favoreció su percepción positiva y libre de riesgos. Pese a que aun no hay conclusiones claras sobre sus supuestos beneficios para la salud, en los últimos años, el márquetin alrededor de los productos cannábicos no sólo se ha enfocado hacia su uso recreativo, sino que también como tratamiento contra el insomnio y la ansiedad a través de su consumo fumado o ingerido, y para la relajación muscular, en cremas.
En España no hay ninguna ley que regule concretamente la producción, distribución, comercialización y consumo del CBD en concreto, como sí las hay sobre el THC, por lo que su legalidad queda sujeta a la interpretación de otras normas, como que la venta de productos derivados de la planta cannabis sativa está prohibida si se han extraído de la flor o el cogollo, pero no si provienen de las semillas u hojas.
En diciembre de 2020 el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia favorable a la comercialización de productos de CBD, mientras que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, por el momento, se muestra contraria a interpretar esta sustancia según lo hizo el tribunal europeo.