Las cicatrices del láser

EVA LUNA 02/06/2011 10:22

"Me estaba quemando pero me dijo que necesitaba poner esa intensidad porque al estar morena, si no, no llegaba a matar el folículo", explica esta joven treintañera que, apenas comenzado el verano, ya se ha despedido de él: "No me puede dar el sol, ahora por las cicatrices y después porque saldrá piel nueva que se puede volver a quemar con los rayos". Sus piernas están marcadas de ingles a tobillos con la forma del aparato con el que la depilaron: "Parezco una cebra", se queja. Son manchas alargadas de un rojo intenso que se van oscureciendo día a día y acabarán convertidas en costra. Después se caerán dejando a la vista una piel blanca y tierna como la de un bebé. Por eso tendrá que protegerse del sol, olvidarse de faldas y pantalones cortos y renunciar a la playa este año. Ahora, pasado el dolor, la fiebre que le provocaron las quemaduras y el miedo inicial, le queda la duda y la preocupación de si sus piernas se quedarán marcadas para siempre.

Lo que le ha ocurrido a Rosa no es un hecho aislado. Hasta nuestra redacción han llegado numerosas fotografías de pieles abrasadas con quemaduras de primer y segundo grado. Es el caso de Luna, otra joven que acudía a su segunda sesión de depilación, en este caso con láser de diodo. En sus piernas se pueden apreciar las marcas del cabezal del láser que, una a una, se perfilan en la cara interna de su pierna derecha, desde la ingles, hasta las rodillas: "Han reconocido que ha sido un error suyo, humano. Me ofrecen curarme las heridas y devolverme el dinero invertido, pero no me han explicado lo que ha pasado". Luna asegura que le subieron la potencia del aparato que además, estaba sucio. Como ella se quejaba de dolor durante la sesión otra esteticista le recriminó a la suya que el material no estaba suficientemente limpio. Luna sufría en la camilla mientras escuchaba la conversación.

La doctora Constanza Bahillo, dermatóloga de la clínica DermoMedic, examina las heridas de Luna: "Esto que tienes es una quemadura, probablemente si has llegado a tener vesiculitas o ampollas era una quemadura de segundo grado. Esto es porque lo han aplicado con más intensidad de la que debían, de la que tu piel podía soportar, explica. Esta profesional, acostumbrada a ver a mujeres con la piel abrasada por la depilación IPL o el láser de diodo, advierte: "La depilación debería ser un acto médico realizado por un médico o supervisado por él; en los centros de estética ningún médico supervisa los tratamientos ni ve a los pacientes". Esta profesional advierte que el láser es incompatible con determinados medicamentos como por ejemplo el hierro o algunos antiinflamatorios. Además la aparición de vello puede también deberse a ciertas patologías que un esteticista no puede detectar: "Hay enfermedades y fármacos que aumentan la sensibilidad de la luz, y hay que ver si en ese paciente está indicado hacer la depilación".

Tanto Rosa como Luna se depilaron en centros de estética donde ningún dermatólogo las atendió antes de realizarse la sesión. Ningún médico examinó su piel ni certificó que eran aptas para el tratamiento. En el caso de Rosa ni siquiera han asumido la responsabilidad. Un equipo Reporteros, que la acompaña al centro a pedir explicaciones, es testigo de cómo la encargada trata de responsabilizarla a ella de lo sucedido:

-ENCARGADA: Yo no sabía que habéis estado en el crucero, entonces tu piel sigue bronceada, Rosa

-ROSA: Pero de esto hace mucho ya...

-PERIODISTA: Sí, pero es que Rosa es muy morena, vosotros sois los profesionales y decís si está demasiado morena como para dárselo

-ENCARGADA: Pero una cosa es que ella sea morena y otra cosa es que mantenga la melanina activada que es lo que ha pasado

-PERIODISTA: ¿Y eso no se ve, no se puede hacer una prueba para ver si esto la va a quemar o no?

-ENCARGADA: Claro, sí que lo vemos, evidentemente, siempre preguntamos a la persona si ha tomado el sol pero claro, habiendo pasado tanto tiempo...

Finalmente la encargada termina reconociendo que, de haberse utilizado otro aparato especial para pieles morenas, nada habría ocurrido:

ENCARGADA: Está claro que si lo hubiéramos utilizado no habría pasado, segurísimo, seguro que sí. Si nosotros entre los dos centros tenemos casi 2.500 clientes o 3.000, habrá pasado 5 o 6 veces aunque sí que es verdad que hay un porcentaje y un riesgo que siempre está ahí.

Un riesgo, explica la doctora Bahillo, que se minimiza cuando la depilación se realiza en manos de un profesional: "Nada es seguro cien por cien pero ese grado cercano al cien lo da el conocimiento de la técnica que estás realizando sabiendo cuándo, dónde y cómo aplicarla, eso es lo que le da la cercanía al cien por cien".

En Internet hay numerosas quejas de mujeres que han sufrido graves lesiones tras someterse a una sesión de láser o fotodepilación sin las garantías necesarias. Algunas de ellas se han decidido a denunciar. De hecho existe jurisprudencia en materia de quemaduras por fotodepilación desde hace cuatro años. La Audiencia Provincial de Valencia multó con 1.200 euros al responsable de una clínica de estética de Valencia por causar quemaduras de segundo grado en una pierna a una clienta durante una sesión de láser. La mujer, que cuatro años después todavía tiene cicatrices en sus piernas, abrió camino a futuras denuncias. Hace apenas unas semanas que la Audiencia Provincial de Valladolid condenó a un centro de estética a pagar a otra mujer más de trece mil euros, por haber quemado sus piernas de pies a tobillos.

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