Acostumbrados a viajar en avión, no terminamos de acostumbrarnos a los controles de seguridad impuestos por el terrorismo internacional. Detectores de metales, cacheos, registro de equipajes, hasta escáneres corporales que desnudan, literalmente, a la persona. Y a veces, todo ese operativo no sirve para frenar a un suicida-asesino. Ocurrió la pasada Nochebuena en un vuelo desde Amsterdam a Detroit. Un joven nigeriano, conectado con Al Qaida, logró pasar los componentes de una bomba camuflado en su pierna y en sus calzoncillos. Nada pitó, no saltaron las alarmas, lo que salvó a las casi 300 personas a bordo fue que el terrrorista falló a la hora de mezclar los ingredientes.
El incidente puso en marcha un afán por incrementar las medidas de seguridad. Todos querían escáneres corporales en sus aeropuertos. Pero esos escáneres desnudan a quien se pone ante ellos, ofreciendo todo lujo de detalles de su anatomía. Una incursión en la privacidad que ha frenado su implantación. Pero hay alternativas tecnológicas y una de las mas avanzadas es un desarrollo español.
La firma Alfa Imaging, del grupo GATE, ha desarrollado un sistema que utiliza cámaras de ondas milimétricas que no emiten radiación pero detecta la emitida o reflejada por los cuerpos . Según Naomi Alexander, responsable de la firma y una de las firmantes del ingenio las ondas milimétricas atraviesan textiles, embalajes, humo, niebla, polvo, para detectar cualquier objeto metálico, cerámico, plástico, explosivos o armas. Nuestro sistema -continúa- no ofrece detalles corporales de la persona que se visualiza, el operador sólo ve la imagen real y sobre ella un recuadro en rojo localizando el objeto sospechoso.
Los responsables del sistema de Alfa Imaging explican que la para cumplir su trabajo el sistema no requiere instalarse en un arco (como los detectores de metales), sino, que se puede poner en un pasillo, o en camuflarse en cualquier lugar donde, sin parar a las personas, se requiera hacer una visualización de seguridad. Podría ser un aeropuerto, los accesos a un estadio o un control militar. Se pueden detectar explosivos o armas a distancias entre los 2,5 metros y los 20 metros, con gran resolución. Esta condición lo hace único. Tal vez por eso la OTAN va a probar en otoño este sistema, sobre el terreno, en Afganistan.