Matías lo deja claro en el vídeo: "me lo paso por la pierna". Y no es sólo que viviese con despreocupación, es que exhibía en la red ante el mundo entero todas las infracciones que cometía. Ahora se enfrenta a una posible pena de cinco años de cárcel por conducción suicida y atentado contra la autoridad. Embistió un coche de policía en el momento de ser detenido.
El caso de Matías no es un hecho aislado. La policía ha encontrado en Youtube todo un escaparate de delitos. Una confesión involuntaria grabada, editada y titulada ad hoc. Nunca podrán negar que las nuevas tecnologías les han facilitado algunos aspectos de su trabajo.
Orgullosos de sus 'hazañas'
En la localidad francesa de Lunéville, al norte del país galo, un joven de 25 años fue detenido el año pasado por conducir a más de 225 km/hora en una carretera con un límite de 110. Un delito que hubiera pasado desapercibido de no ser porque lo colgó orgulloso en el Youtube con su nombre en un título que rezaba "Loïc y su Trottinette". En todo caso, para dar con él, los policías tuvieron que interpretar un brillo sobre el parabrisas. Cuando lo arrestaron vino la segunda sorpresa: no podía conducir porque había perdido todos los puntos del carné.
Aún más rápido, a 240 km/hora, corría un noruego que también decidió colgar su hazaña en Youtube. El límite era de 139. Fue localizado y multado con 1.200 dólares. Pero tanto éste como el anterior son gotas en el mar. La red está repleta de vídeos de sujetos vanagloriándose por su conducción temeraria. En éste, por ejemplo, un BMW alcanza los 340 km/hora en Grecia. Que se sepa, impunemente.
Robos, vejaciones y hasta sexo con menores
Estos no son los únicos delitos que se resuelven gracias al popular portal. Recientemente, en España fue noticia el caso de tres jóvenes que vejaron a un disminuido en Martorell (Barcelona). Pasaron a disposición judicial. En Zaragoza, un chico de 19 años fue detenido a principios de mes por robar un coche. Lo grabó, lo colgó y dieron con él. En Oviedo, el año pasado, un grupo de jóvenes mantuvieron relaciones sexuales en grupo con una menor. También reprodujeron el mismo procedimiento.
Un mecanismo del que no se libra nadie. Hasta el Ejército español se vio obligado de suspender a un grupo de marineros que colgó las imágenes de una orgía en el buque Marqués de la Ensenada.