Assassin's Creed Unity: La saga de UbiSoft vuelve a sus orígenes en París

Portaltic 12/11/2014 15:27

LA NUEVA CARA DE ASSASSIN'S CREED

El apartado gráfico ha mejorado mucho, pero también sufre unos cuantos errores. El modelado de personajes está más detallado y al combinarlo con captura de movimientos corporal y facial el resultado son unas escenas para narrar la historia más humanas. También han mejorado la iluminación, los efectos como el polvo, las multitudes de personajes no jugables (que se cuentan por miles y con mucha variedad) y las texturas.

El salto es evidente, pero como ha ocurrido en varias entregas de Assassin's Creed, presenta fallos. En PS4 y Xbox One, con una resolución de 900p, se mueve a unos poco estables 30fps. También nos tropezamos con bugs. En todo caso, no nos han impedido disfrutar de la experiencia del juego.

PARÍS, TU PATIO DE RECREO

El desarrollo ha vuelto a los orígenes y París se ha convertido en la verdadera protagonista. La recreación de la ciudad gala es una de las más detalladas y bellas de cuantas se han visto en un videojuego. Miles de viandantes paseas por las calles y reaccionan de forma independiente a nuestras tropelías, insuflando de vida a la ciudad de la luz, por la que vuelan panfletos revolucionarios.

Assassin's Creed Unity es un impagable monumento a la ciudad y, si la conocéis, disfrutaréis solo por el mero hecho de pasear, trepando por Notre Dame, contemplando las vidrieras de la Saint Chapelle -uno de los rincones más mágicos de París y con un papel importante en el juego- o nadando por el Sena. También se ha multiplicado la cantidad de edificios cuyos interiores podemos explorar, lo cual nos ha sorprendido gratamente. Y no se trata solo de pasillos para ir de una calle a otra; son numerosos los edificios de varias plantas o los palacios que explorar.

Atrás quedan los bosques de la Guerra Civil estadounidense y los mares del Caribe. En Unity no pararéis de correr por abarrotadas calles, andar por azoteas y trepar fachadas. Además, movernos por la ciudad es más versátil gracias al renovado sistema de parkour -aunque se dan algunos errores de detección de obstáculos-, con un botón para trepar y otro para descener, que resulta realmente útil. Lamentablemente, se ha perdido la libertad de saltar desde una fachada hacia los lados o hacia el exterior y se echa de menos. El botón de descenso también nos permite sortear obstáculos mientras corremos de forma muy ágil.

LAS MISIONES

Al sacar fuera de la ecuación a los barcos, las misiones a pie han vuelto a adquirir todo el protagonismo. Para algunos será más de lo mismo, pero a nosotros nos ha parecido una virtud. De nuevo tenemos que recoger cientos de objetos, pero explorando y trepando, en lugar de navegando. Tampoco echamos de menos el repetitivo sistema de conquista de bases y campamentos de Black Flag. Los combates, por su parte, han ganado en dificultad y se han cambiado algunos botones y acciones, lo que los hace ligeramente más satisfactorios, aunque similares a los de anteriores entregas. También hay misiones secundarias que nos invitan a resolver enigmas que recuerdan a los de la saga Batman o investigar un crimen como si de una pequeña aventura gráfica se tratase.

En cuanto al grueso de las misiones de Assassin's Creed, en Unity tenemos que planificar nuestros asesinatos teniendo en cuenta variables que nos conceden mayor o menor ventaja, al estilo Hitman. Nos podemos disfrazar, buscar llaves, crear distracciones o encontrar aliados resolviendo pequeñas tareas disponibles durante la misión. También podemos ir directamente a por nuestro objetivo, claro, pero nos costará mucho más. Tampoco tenemos que andar preocupándonos de nuestro nivel de búsqueda, puesto que en Unity toda París es una inmensa revuelta y nuestras acciones brutales se quedan en el lugar donde surge un conflicto.

En cuanto al cooperativo, es una buena alternativa en un mundo dominado por el multijugador competitivo. Están en el mapa como misiones secundarias. Son una buena forma de divertirnos con otros en el mundo de Assassin's Creed, pero no demasiado diferentes a las misiones que encontramos en nuestra empresa individual. Por otra parte, también está la aplicación 'Companion' para dispositivos móviles, que nos permite encontrar algunos objetos de otra forma inaccesibles.

La historia principal puede llevar, tranquilamente, entre 15 y 20 horas, que se multiplicarán con creces si vamos a por todas las secundarias. De hecho, el popurrí de misiones de la historia, secundarias, objetos para coleccionar, colaboración multijugador y todo lo que esconde la aplicación para móviles resulta, incluso, un poco apabullante. A veces, menos es más.

EVOLUCIÓN DEL PERSONAJE

La evolución del personaje ahora es más flexible y nos invita a configurar un asesino a nuestra medida e incluso debemos comprar algunos movimientos que en anteriores entregas venían de serie. De esta forma, podemos apostar por un personaje que se maneje mejor en el cuerpo a cuerpo, a distancia o que sea más sigiloso, comprando unas habilidades u otras, un tipo de equipación o potenciadores temporales de diferentes características.

LA HISTORIA

La historia ha perdido la profundidad de las primeras entregas, algo que ya habíamos venido viendo, especialmente, en Black Flag. Los sucesos del presente se ha difuminado tras la desaparición de Desmond Miles y ahora queda en un segundo plano; más que nunca. Sigue estando ahí, pero como pequeñas píldoras. El grueso del guión está en la historia de Arno Dorian y cómo tuvo que lidiar con los templarios durante la Revolución francesa. Aunque cumple para servir de hilo conductor a nuestras misiones, en conjunto ha perdido encanto y profundidad con respecto a los primeros compases de la saga, y sigue resultando atropellada.

Afortunadamente, Arno está más alineado con Ezio que con Connor o Edward. De hecho, recuerda mucho al de Florencia tanto en aspecto físico y personalidad, como en sus conflictos personales que le llevan a unirse a la hermandad de asesinos. Su reclutamiento e iniciación, así como evolución y aprendizaje, eso sí, están mejor llevados que en Black Flag, donde Edward parecía convertirse en asesino poco menos que "porque sí" y adquiría sus habilidades por arte de magia, prácticamente.

CONCLUSIÓN

Assassin's Creed Unity no sorprende demasiado. Es más, recuerda mucho a las aventuras de Ezio. Y es algo consciente. Se nota que UbiSoft se ha esforzado en recuperar las raíces de la franquicia, alejarse de los barcos y volver a trepar a las azoteas. El planteamineto de los asesinatos es divertido y con mayor profundidad, aunque no resulta disruptor, y las misiones secundarias ofrecen un enfoque más de investigación y muchísima exploración.

Por ello, si eres de los fans de Assassin's Creed descontentos con las entregas anuales, que se cansaron de la repetición de fórmulas y que por ello se planteaban abandonar la saga, este no es tu juego. Sin embargo, si eres de los aficionados a la franquicia de UbiSoft que nunca se han cansado de buscar a un nuevo objetivo templario y de trepar por escenarios a la caza del próximo objetivo coleccionable, sin duda el regreso al enfoque original, el atractivo de la Revolución francesa y París como contexto y el salto gráfico -aunque tendrás que perdonarle los bugs- te satisfarán, más que Black Flag, aunque echarás de menos más peso a la historia en el presente. Por último, si estás "virgen" en la franquicia, no podemos hacer más que recomendártelo.

NOTA: 8