El asteroide 2020 XU6 del tamaño de un estadio se acerca a la Tierra el lunes

  • La roca mide 213 metros de ancho, el tamaño aproximadamente de un estadio

  • El lunes pasa a 4.088.155 kilómetros, equivalente a 10,6 distancias lunares

  • El 2020 XU6 forma parte de los denominados NEO (objetos cercanos a la Tierra)

Existe la posibilidad de que hayas escuchado hablar a lo largo del lunes de un asteroide llamado 2020 XU6 que pasará bastante cerca de la Tierra este lunes, 22 de febrero. El objeto, que forma parte de los clasificados como cercanos a la Tierra (o NEO, por sus siglas en inglés) por la NASA, tiene el tamaño de un estadio, aproximadamente. De impactar, probablemente tendríamos poco que hacer. Pero, ¿existe el más mínimo riesgo de que eso ocurra?

El 2021 está siendo noticioso, pero no tanto. El objeto nombrado 2020 XU6, al igual que todos los ‘NEO’, se monitorea muy de cerca mediante observaciones de posición de alta precisión y cálculos de mecánica celeste. “Su órbita se conoce con un alto nivel de precisión”, apunta el medio especializado ‘Sky Live’, y desde el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA ya han confirmado que no, no impactará en la Tierra al menos en un futuro próximo.

Su máximo acercamiento de los 10 años se produce este lunes a las 04:29 hora UTC, cuando la distancia será de 4.088.155 kilómetros, una distancia equivalente a 10,6 distancias lunares. Es decir, no hay que temer por una colisión porque la posibilidad es muy remota al menos en la próxima década.

Una roca de 200 metros de ancho

Una suerte porque, dado su tamaño de 213 metros de ancho, su impacto desataría un caos en la zona de impacto. Por contextualizar, el meteoro que cruzó la atmósfera de Rusia en 2013, conocido como ‘meteoro de Chelyabinsk’, medía 20 metros. La explosión fue más fuerte que una detonación nuclear, con una onda de choque que pudo detectarse incluso en estaciones de monitoreo de la Antártida. Su brillo fue más potente que el del Sol por unos instantes, dijeron los testigos, que además relataron entonces que pudieron sentir el calor que emanó de la fricción de la roca.