El aumento de la población inmunizada obligará a ensayar las vacunas españolas en otros países: "Utilizar España parece inviable"

  • En 2022 llegarán las tres vacunas del CSIC contra la covid, pero reconocen que no será fácil culminar los ensayos en España

  • La fase 3 requiere comprobar la eficacia y seguridad de la vacuna en decenas de miles de voluntarios, y para ello han de infectarse

  • La vacuna más adelantada, la de Mariano Esteban, prevé poder empezar los ensayos con humanos después del verano

“Tenemos candidato vacunal, ha pasado los requerimientos animales y estamos en situación de poder iniciar las fases clínicas”. La vacuna contra la covid que desarrolla en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) el equipo de Mariano Esteban será la primera en iniciar los ensayos con humanos, previsiblemente después del verano, según explicaba él mismo en un coloquio organizado este lunes por la Fundación Alternativas.

“Hemos comprobado en animales que la vacuna activa la respuesta inmune”. Han demostrado su alta eficacia en ratones y en hámsters, y ahora la están ensayando con macacos. Mientras, la empresa gallega que la fabricará, Biofabri, “ya ha producido el lote para iniciar las fases clínicas”, anuncia Esteban.

“Todo este arsenal hay que llevarlo a las agencias reguladoras y ahí es donde nos encontramos actualmente. Esperamos que a lo largo de este verano nos lo apruebe (la AEMPS)”. Una vez aprobado todo, comenzarán los ensayos clínicos con humanos. Y Esteban asegura que ya tienen acuerdos con varios hospitales para realizarlos.

2022, el año de las vacunas españolas

La suya es una de las tres vacunas para la covid que tiene en marcha el CSIC, y la que primero llegará al mercado, aunque no hay fecha concreta de momento. Le seguirá la de Vicente Larraga y su equipo del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, que desarrolla una vacuna de ADN y que está terminando la fase preclínica, es decir, los ensayos con animales. Larraga asegura que “con mucha suerte, a finales de año o a principios de 2022 estaríamos en condiciones de terminar la fase clínica (los ensayos con humanos) y ya estaremos en condiciones de que haya una vacuna”.

Más tarde llegará la vacuna de Luis Enjuanes, también del CNB. Aunque cuando vea la luz, será una de las más completas y potentes del mundo. Pero todavía están empezando los ensayos con animales. “Lo que queda de año lo vamos a necesitar para los ensayos preclínicos (con ratones humanizados, hámsters y macacos), y para el año que viene, con toda seguridad, haremos la producción de estos replicones del virus para poder iniciar los ensayos clínicos. Hasta mediados de año (de 2022) no estaremos listos para salir al mercado”.

Que lleguen más tarde les confiere ventajas e inconvenientes a estas vacunas. ¿Ventajas? Que serán mejores que las actuales. ¿Inconvenientes? Que el camino para conseguirlo será más complicado. Entre otras cosas, tendrán menos población susceptible a infectarse a la hora de realizar los ensayos.

Mejorar las vacunas actuales

Si empezamos por las ventajas, los tres directores de los proyectos coinciden en lo mismo. “Lo que tenemos que hacer es mejorar el producto. Hay varias vacunas en el mercado pero distan mucho de ser perfectas”, advierte Enjuanes. “Estamos introduciendo algunas mejoras, si sales más tarde tienes que aportar ventajas”, añade Larraga. ¿Cuáles serán?

  • Impedir el contagio

La vacuna de Enjuanes, por ejemplo, ofrecerá inmunidad esterilizante. Es decir, que tendrá la capacidad de bloquear la entrada del virus en el organismo para que el vacunado no llegue siquiera a infectarse. Y esto es muy importante. Porque si no te infectas, no contagias. Pero esto es algo que no evitan las vacunas actuales.

Se está viendo que algunas, como la de Pfizer, reducen mucho la posibilidad de contagio, pero no lo evitan. La de Enjuanes está ensayando la vía intranasal de inoculación precisamente para conseguirlo. “En ratones humanizados ya hemos visto que da inmunidad esterilizante. El virus no puede crecer desde el minuto cero. Y esto es muy importante”, aseguraba el virólogo y experto en coronavirus.

  • ¿Vacuna en parches?

Pero hay más. El equipo liderado por Vicente Larraga ha comenzado a explorar una ruta novedosa de vacunación, la vía intradérmica. “Estamos probando la vía intramuscular -la más clásica-, pero también la vía aérea -al ser una enfermedad respiratoria- y la vía intradérmica: un parche. Porque esto último resultaría más sencillo y no requiere personal especializado”, anunciaba Larraga en el debate.

  • Proteger contra las variantes

Todas ellas, además, se están preparando también para combatir a las variantes del virus que van apareciendo. Es otra importante ventaja de salir más tarde, a la que aludía también la codirectora de la vacuna de Enjuanes, Isabel Sola, en entrevista con NIUS hace un mes. “Nos tenemos que dedicar a mejorar la calidad y la seguridad de las vacunas, y a preparar nuevas versiones contra las variantes que están surgiendo”, decía este lunes Enjuanes.

“Nosotros hemos incorporado en la vacuna unos determinantes antigénicos que también dan cuenta de las nuevas variantes que han surgido, como la del Reino Unido, la de Sudáfrica y la de Brasil. Y pronto incorporaremos también la variante india, porque las agencias reguladoras del medicamento son muy exigentes y así nos lo están pidiendo”, explicaba.

Lo que todos tienen muy claro es que, aunque las vacunas actuales sirvan para contener la pandemia, “esta enfermedad ha venido para quedarse. Habrá que seguir combatiéndola el año que viene, y el siguiente, y el siguiente…”, decía Larraga. Por eso consideran importante que las vacunas españolas lleguen, aunque sea más tarde.

Problemas para la fase 3

Para llegar, antes han de completar las tres fases clínicas en las que la vacuna se ensaya con humanos. Y ahí es donde pueden aparecer los problemas. Tanto de financiación, como de logística. Porque una de las dudas que se plantea es: ¿habrá posibilidad de infectarse para los voluntarios en los que se ensayen?

En el mejor de los escenarios, hablamos de finales de este año en el caso de Esteban, de comienzos del siguiente para Larraga, y de mediados, o incluso finales de 2022, en la vacuna de Enjuanes. Si, para entonces, las vacunas actuales han reducido mucho la circulación del virus, esto puede no ser un problema menor. Porque comprobar su eficacia requiere que miles de voluntarios se infecten.

Lo advertía el catedrático de Microbiología de la UCM Emilio Bouza, que también participaba en el debate. “Las oportunidades de infectarse de vacunados y no vacunados puede que sean mucho menores, por lo que vamos a tener que esperar periodos de estudio mucho más prolongados que los de ahora”.

El escenario de los ensayos de fase 3, en los que hay que comprobar la eficacia y seguridad de la vacuna en decenas de miles de personas, desde luego va a ser muy distinto al de estas primeras vacunas. Si hay menos virus circulando, será mucho más difícil infectarse.

“Utilizar España como base para una fase 3 parece inviable”, confesaba Vicente Larraga. “Habrá que buscar países donde la epidemia siga activa”, en referencia a Latinoamérica, Asia o África. “Me temo que ahí, el virus no va a desaparecer tan rápidamente”.

Hay que tener en cuenta, además, otra diferencia con las primeras vacunas. “En los ensayos clínicos de estas, no va a poder haber un grupo placebo, sino que va a haber que compararlas con otras vacunas”, advertía Bouza. En esos ensayos en fase 3 no habrá un grupo de voluntarios que recibirán la vacuna y otros que no la recibirán. Su nivel de eficacia se comparará con el de “las vacunas actualmente en uso”.

Trabas en el camino: financiación y falta de industria

De momento, Mariano Esteban explica que ya tienen acuerdos con varios hospitales para los ensayos de fase 1 y fase 2. Esas fases sí se podrán hacer en España, y ahí la traba más importante es la financiación, porque en los ensayos con humanos el coste es mucho mayor que con animales.

“En las fases clínicas ya hacen falta millones de euros. En un ensayo en fase 1 se te van unos 10 millones, por ejemplo”, explicaba Esteban. “Y un fase 2 con cientos de voluntarios incrementa aún más el coste. En muchos países, los gobiernos han colaborado muy activamente en este proceso”, advierte, poniendo como ejemplo el Reino Unido o Alemania con las vacunas de AstraZeneca y Pfizer/BioNtech. “Nosotros tenemos financiación para las fases clínicas 1 y 2", asegura.

Esteban aprovechaba el debate para insistir en una queja, en algo que sufren los tres proyectos de vacunas. “Nos ha faltado la infraestructura”. Explica que en España “no teníamos una empresa, en España la estamos construyendo”. Porque Biofabri, del grupo biotecnológico gallego Zendal, es la que producirá su vacuna y la de Larraga. Pero hasta ahora, se dedicaban a vacunas veterinarias. “Empresas que hacían vacunas veterinarias ahora harán también vacunas humanas", explicaba Esteban. "Hace falta más apoyo en infraestructuras, más apoyo económico, y más estabilidad también en los recursos humanos”, se queja.

Enjuanes insistía en lo mismo. “El problema es siempre la fase clínica, que necesita muchas personas y hospitales y es muy costosa". Aunque el virólogo recordaba que su papel, el de los investigadores, se acaba antes, una vez elaborada la vacuna en el laboratorio. “La tarea de los ensayos clínicos y la fabricación pertenece a otro tipo de expertos... Los laboratorios, lo que tenemos que hacer, es mejorar el producto”.

Pero el veterano virólogo no muestra mucha preocupación por los problemas que puedan encontrar estas vacunas para sus ensayos a gran escala ni para su fabricación. "Si el producto funciona, a mi no me preocupa mucho. Las multinacionales no son tontas, tienen mucha experiencia, y si ven que funciona, estamos seguros de que se van a interesar". Si se interesan, explicaba Enjuanes, serán ellas las que se encargarán del desarrollo y la producción de la vacuna.