Descubren una criatura microscópica que podría revelar 250.000 años de clima

EUROPA PRESS 17/05/2016 13:44

El profesor Philip Barker ha dedicado gran parte de su vida profesional al estudio de las diatomeas, explorando lo que este fitoplancton microscópico puede decirnos sobre el cambio climático y la calidad del agua. Ahora sus esfuerzos se han visto recompensados, con una especie recientemente identificada llamada 'Afrocymbella barkeri' en su honor.

Afrocymbella barkeri fue identificada por los taxonomistas belgas Christine Cocquyt y Els Ryken en Lago Challa, situado en un profundo cráter de 92 metros a los pies del monte Kilimanjaro, en la frontera de Kenia y Tanzania. Barker ha pasado muchos años haciendo investigación sobre el cambio climático a largo plazo.

"Las diatomeas son organismos muy importantes que viven en los océanos y el agua dulce. Contribuyen lo mismo en términos de fotosíntesis del carbono que las selvas tropicales", ha apuntado el investigador.

Las diatomeas son un grupo diverso de organismos unicelulares, con una cáscara de sílice que forma la pared celular. Fue la química de esa cáscara la que capturó el interés de Barker, según ha explicado un comunicado de la Universidad de Lancaster. "Cuando las diatomeas mueren, sus conchas quedan preservadas en los sedimentos en el fondo de lagos y océanos, proporcionando un indicador de las condiciones en el agua en el momento en que vivían", indica el centro.

Barker ha desarrollado una serie de nuevos métodos geoquímicos que los científicos pueden utilizar para analizar estas conchas conservadas. Lago Chala, donde se descubrió Afrocymbella barkeri, es muy profundo, por lo que los sedimentos no se ven perturbados por la mezcla y se conservan muy bien.

"Ya hemos conseguido un récord de perforación para los últimos 25.000 años. En noviembre, esperamos perforar 150 metros en el sedimento y obtener un registro de diatomeas y clima, que se remonta a 250.000 años. Puede darnos un muy buen registro de los cambios climáticos a largo plazo, en particular, la evolución de los monzones en esa parte de África", ha indicado el experto.

Además, ha señalado que "esta investigación proporciona un contexto para el cambio climático contemporáneo, que da una comprensión de la variabilidad natural del clima antes de empezar a atribuir a ninguna causa humana al cambio climático en curso".

También permitirá a Barker probar una hipótesis acerca de la interacción entre el clima y la evolución humana. "Hace entre 130.000 y 190.000 años, cuando Homo sapiens fue evolucionando, se produjeron una serie de largas de megasequías en África. Los seres humanos han tenido que cambiar su comportamiento para adaptarse y, tal vez, algunos de los rasgos que tenemos hoy son el resultado de estas sequías", ha concluido.