Según la Policía Nacional, el hurto se produjo el pasado día 12 de octubre en un establecimiento de ocio de la calle Bermejeros, del que fue víctima un joven que presentó denuncia ese mismo día por la sustracción de un teléfono móvil modelo iPhone, valorado en 575 euros.
Dos días después, la víctima manifestó en dependencias policiales que había contactado con un individuo que ofrecía a la venta su teléfono por Internet y que había concertado una cita con el mismo en la Avenida de Comuneros, para comprarlo por un precio de 170 euros.
Los funcionarios policiales que estaban controlando la operación procedieron a la detención del presunto autor de los hechos.