¿Por qué es importante reivindicar a estas mujeres?
Por derecho propio. Ellas inventaron algo, de forma legal, y debe saberse públicamente. Inventar algo es un proceso duro y costoso. Si a ello le sumas que, por ser mujer, han tenido que defender sus ideas a capa y espada porque a muchas se las robaron sus compañeros, y también su autoría en los registros (muchas carecían de derechos civiles y políticos), la reivindicación aún se vuelve más necesaria.
¿El mundo del invento es masculino?
No. Es de ambos géneros. Por eso es necesario este libro en las escuelas. Para que nuestros hijos sepan quién es Hedy Lamarr junto a Tesla, o Rosalind Franklin junto a Fleming. Entre todos cambiaron y mejoraron el mundo, pero a ellas no se las conoce. Y ese error histórico hay que enmendarlo a través de la educación.
Dices: "Lograron no sólo patentar un invento, sino también conquistar su libertad física e intelectual"...
El proceso no fue fácil. Lucharon por defender una idea (cuando muchas de ellas no tenían derechos sociales como tener opinión pública), por desarrollarla (para ello necesitaban dinero, patrocinadores o técnicos que creyeran en su idea, algo surrealista en aquel momento) y por patentarla a su nombre (y sin derechos civiles no podían). Las que lo consiguieron, que son las protagonistas del libro, ganaron derechos propios. Ganaron su libertad.
¿Cuál es tu favorita? ¿Por qué es especial para ti?
Me decanto por las que salvan vidas. Que son muchas: Flora de Pablo, Teresa Gonzalo, Pilar Mateo, Martha Coston, María Beasley...
¿Cuál ha sido el criterio para elegirlas?
Esto es un proyecto global. Tengo unas 3000 mil catalogadas, con su nombre, su invento y su país de referencia. De ahí acoté hasta las 25 desarrolladas para una exposición itinerante que tiene la Diputació de Barcelona en distintas bibliotecas de la provincia de Barcelona. Y después amplié el desarrollo a 200. A partir de ahí surgió la idea del libro, que acoge a 96 escogidas por inventos relevantes, por su lucha para conseguir el invento y hasta por lo destacable que es la edad en la que inventaron su idea. Y aunque su invento no haya cambiado nuestra historia, nos enseña cuan poderosas son las ideas de las niñas. Ellas necesitan referentes femeninos.
¿Hay alguna meteoróloga?
Hay una geofísica, Inge Lehman. Aunque ella era de geofísica interna (sismóloga), es una ciencia que en su rama externa estudia la meteorología, entre otras especialidades. Inge descubrió que en el núcleo de nuestro planeta existía una esfera interna sólida y otra que la envuelve de consistencia líquida. En 1936 publicó el documento que corroboraba este hallazgo, y que ahora se conoce como la 'discontinuidad de Lehmann'.
¿Cuál es la primera mujer inventora española?
Fermina Orduña fue la primera inventora española en registrar una patente a su nombre. Se trataba de un carruaje especial para vender a domicilio, leche fresca de burra, vaca o cabra recién ordeñada. A eso le llamamos ahora producto de proximidad.
¿Te ha sido fácil encontrar información para el libro?
No ha sido fácil. Todo lo contrario. La información ha estado enterrada de forma deliberada durante cientos de años en algunos casos. En su mayoría, cada inventora era un puzle de fichas negras. Explorando e investigando en todo tipo de archivos históricos, webs de patentes, libros, censos, y publicaciones, poco a poco iba juntando esas piezas hasta tener sus historias más o menos enlazadas. Ha sido un proceso muy laborioso, pero también reconfortante. Ellas ya tienen su espacio en la historia, y con derecho.