Italia se rinde ante Rita Levi Montalcini en su centenario

AGENCIA EFE 22/04/2009 13:02

Vestida con un elegante traje de color burdeos, Levi Montalcini, de origen sefardí, llegó hoy al Aula Giulio del Ayuntamiento de Roma, acompañada por el alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, donde fue recibida por numerosas personalidades del mundo político y científico italiano.

Entre los asistentes estaban el ex primer ministro italiano Romano Prodi, el ex presidente de la República Carlo Azeglio Ciampi, y los Nobel de Física y Química Carlo Rubbia y Aaron Ciechanover, respectivamente.

Un acto con el que la Premio Nobel -la única receptora en llegar a los cien años- ha querido festejar su cumpleaños y con el que el Ayuntamiento romano se ha sumado a los numerosos homenajes recibidos por Levi Montalcini estos días, entre los que destaca la fiesta en su honor organizada el pasado lunes por el presidente de la República, Giorgio Napolitano.

Montalcini tomó la palabra durante la apertura del congreso con un discurso en el que se refirió a los "increíbles" regalos recibidos del Gobierno italiano, que hoy anunció la concesión de nuevos fondos para la investigación italiana.

La ministra de Educación, Maria Stella Gelmini, explicó durante el acto que el Gobierno destinará 500.000 euros al centro de investigación fundado por Montalcini, el EBRI (European Brain Research Institute), y un fondo de seis millones de euros para un programa contra la fuga de cerebros dedicado a la científica.

"Nunca habría esperado dos regalos así de increíbles", aseguró Montalcini, quien expresó su deseo de que gracias a estos programas puedan regresar a Italia muchos "talentos" que han tenido que trasladarse a otros países por la falta de recursos.

En referencia a las palabras de Gelmini y de Alemanno, quien abogó por la necesidad de una "investigación libre", la Premio Nobel aseguró: "Todo lo dicho hoy no podría ser recibido con mayor agradecimiento porque a mis cien años encuentro respuestas a grandes preocupaciones. Y encuentro respuesta a mi confianza en la investigación y en los hombres".

"El sueño de mi vida era dar a los jóvenes la posibilidad de volver a Italia, como me sucedió a mí", afirmó la centenaria, en alusión a su regreso a este país tras huir a Bélgica por las persecuciones antisemitas en los años 40.

La científica se refirió hace unos días a esa época y sentenció: "Debería agradecer a Mussolini y a Hitler haberme declarado raza inferior ya que esta situación de extrema dificultad y sufrimiento me empujó a esforzarme todavía más en estudiar, trabajar y llevar adelante mis investigaciones".

Desde hace una semana Italia ha rendido todo tipo de homenajes a esta mujer menuda, nacida el 22 de abril de 1909 en el seno de una familia judía de Turín, que en 1986 fue reconocida con el Premio Nobel de Medicina junto a Stanley Cohen, por sus investigaciones sobre el crecimiento de las células neurológicas.

En los repetidos actos con los que ha sido agasajada y que la han mantenido por primera vez alejada del laboratorio, Montalcini ha reiterado la importancia de la investigación y de "creer en valores, sean laicos o religiosos, porque éstos son los que permanecen después de nuestra muerte".

Asimismo, ha barajado que el secreto de su longevidad podría radicar en su "total desatención" de su persona y en "la felicidad por estar viva y ayudar a los demás".

Con motivo de su centenario, Montalcini ha recibido numerosos presentes, entre ellos un concierto en su honor por parte de los estudiantes del conservatorio de Santa Cecilia, o una sala bautizada con su nombre en el Instituto Superior de Sanidad, donde fundó su primer laboratorio.