Se lanza ExoMars: Europa, a un paso del planeta Marte

Antonio Ayuso* 13/03/2016 08:09

(Elementos del programa ExoMars 2016 y 2018. | ESA)

Te contamos por qué es tan importante este lanzamiento y qué parte hacen los ingenieros españoles. Aquí puedes además verlo en directo (10.30 hora española).

¿Por qué nos da por Marte?

En primer lugar, porque no podemos evitarlo. El hombre explora desde siempre. Los primitivos salieron de su cueva para ver cómo era la de al lado. Ulises tardó mucho en volver a casa, en parte por los dioses, en parte porque la exploración engancha. Colón no solo buscaba una ruta corta hacia las Indias, también le llamaba lo desconocido. Ahora salimos de nuestro planeta para ver cómo son los otros. Ya vimos la Luna y nos gustó: ahora queremos ver más.

Y como Marte es el más cercano, pues allá que vamos. Algunos, de poder, elegirían Venus o Neptuno. Pero Marte nos pilla más cerca. También es cierto que el planeta rojo tiene una peculiaridad que le hace especialmente interesante: los canales de su superficie nos indican que ha habido agua, y ésta, al menos en la Tierra, fundamenta la existencia de la vida. Una vez allí, averiguaremos si ha habido o hay vida en Marte.

Una vez que aprendamos a ir y volver con soltura, estableceremos una base permanente (el que no haya visto la película Marte, de Ridley Scott, que lo haga, con carácter de urgencia). Puede que desde allí podamos dar el salto a otros planetas y, de ese modo, seguir con lo que nos gusta: la exploración.

¿Qué se ha hecho hasta la fecha? ¿En qué fase nos encontramos?

El hombre ha lanzado desde el 1960 más de cuarenta misiones a Marte. Casi todas ellas, americanas y rusas. Unas pocas entre Japón, India, China y Europa.

Al principio solo se acercaban, sacaban unas fotos y ya. Después se consiguió orbitar alrededor del planeta, de tal modo que estábamos más tiempo cerca y podíamos mirarlo con más detenimiento (más fotos). Lo siguiente es amartizar y analizar su superficie con los instrumentos que llevamos a bordo (moviéndonos un poco, para ello utilizamos rovers). Esa es la etapa en la que nos encontramos.

Europa en Marte

La aportación de Europa hasta la fecha ha estado limitada a la misión Mars Express, lanzada con relativo éxito en el año 2003. Lo de relativo viene a que el orbitador de la misión (o sea, el que se queda dando vueltas alrededor del planeta) llevaba consigo el Beagle, un ingenio cuyo objetivo era aterrizar y realizar el reconocimiento de la superficie marciana in situ. El hecho es que perdimos comunicación con el Beagle en cuanto se encaminó, a solas, hacia el planeta rojo. Diez años después, unas imágenes de la NASA, obtenidas por su Mars Reconoissance Orbiter, mostraron la soledad del silencioso Beagle en la Isidis Planitia, una inmensa llanura cerca del ecuador marciano.

Pero ahora la Agencia Espacial Europea está desarrollando, junto con Roscosmos (la agencia espacial rusa), un programa que consta de dos misiones: ExoMars 2016 y ExoMars 2018. La primera de ellas es esta, que se lanza el lunes 14 de marzo desde Baikonur (Kazakhstan). Lleva un orbitador y un amartizador. Ambos vehículos van dotados de varios instrumentos que analizarán la composición de la atmósfera y de la superficie de Marte.

El viaje tendrá una duración aproximada de siete meses, así que tendrá el planeta rojo a tiro en octubre de este mismo año. ExoMars 2018 incluirá un rover con un taladro capaz de analizar sobre el terreno la composición de los materiales de la superficie roja. Ambas misiones se lanzarán con un Proton ruso. A Marte se va cada 26 meses (aproximadamente), que es cuando ambos planetas están más cerca. En esas circunstancias se establece una ventana de lanzamiento, o sea, los días en los que, teniendo en cuenta las capacidades del lanzador y la posición relativa de los planetas, tenemos garantías de alcanzar el objetivo.

El rol de España

España juega un papel fundamental en la misión ExoMars 2016. La empresa SENER, una de las más destacadas en aeroespacial, ha desarrollado la 'estructura deformable del módulo de descenso' (en lugar de airbags, lleva una estructura que absorbe la energía del choque en el aterrizaje). Además, ha aportado el equipo que prueba en tierra el sistema de guiado, navegación y control. DEIMOS, por su parte, ha hecho el cálculo de trayectorias incluyendo el lanzamiento, la trayectoria interplanetaria, inyección en la órbita marciana y aterrizaje.

GMV ha desarrollado el software para el sistema de guiado, navegación y control del módulo de descenso. CASA se ha encargado del escudo térmico del módulo de descenso y de la estructura central del orbitador. CRISA es responsable de la unidad de gestión de datos de los instrumentos. TAS-E ha participado en el sistema de comunicaciones. RYMSA se ha encargado de varias de las antenas de a bordo. Además, el Instituto de Astrofísica de Andalucía, la Universidad de Valladolid y el Centro de Astrobiología participan, como científicos, en los instrumentos que analizarán la composición de la atmósfera y la superficie marciana.

Las próximas misiones

Las futuras misiones pasarán por traerse una muestra de la superficie marciana para poder analizarla en los laboratorios que tenemos en la Tierra. Quedaos con este nombre (se hablará mucho de esta misión en años venideros): Mars Sample Return. La complicación fundamental es que hay que preparar dos viajes: ida y vuelta, en lugar de solo ida.

La siguiente fase es enviar allí al ser humano (¿y traerlo de vuelta?). Esto nos costará más que traer muestras a la Tierra, ya que el equipaje es mucho más pesado (unas pocas personas junto con sus sistemas de supervivencia) y más sensible (son siete meses cada trayecto, bajo una radiación de justicia).

En directo

El lanzamiento está programado para las 10:30 hora española del lunes 14 de marzo. Lo puedes seguir en directo, desde las 09:30, en la web de la Agencia Espacial Europea o directamente en http://new.livestream.com/ESA/

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*Antonio Ayuso es Ingeniero Aeronáutico y lleva más de veinte años trabajando en el sector Aeroespacial. Tiene una amplia experiencia en sistemas espaciales en general y en los que controlan la actitud y la órbita de los satélites en particular.