Desde ahora cuando un alguien se acerque al escaparate de una tienda sabrá que sus reacciones y comentarios pueden estar siendo grabados por el interte maniquí que lo mira con sus ojos de plástico.
Los nuevos maniquíes, modelo EyeSee fabricados por la empresa Almax no se diferencian de otro normal: Externamente son de poliestireno , rostro blanco y una pose habitual.
Sin embargo, en el interior lleva una cámara integrada a los ojos, que alimenta de datos un programa de reconocimiento facial similar a la utilizada por la policía.
La cámara de vídeo registra la etnia, la edad y el género de cada una de las personas que le pasan por delante. Así como la cantidad y la frecuencia con que lo hacen.
Con estos datos y un programa informático, los dueños de las tiendas ya pueden analizar los mayores flujos de clientes, horarios y hábitos de estos, a fin de elaborar eficaces campañas de marketing.
Las maniquíes inteligentes son el resultado del trabajo conjunto entre la firma Kee Square, vinculada a la Universidad de Milán y los fabricantes Almax, que aseguran que ya cuatro grandes firmas de lujo tienen este espía silencioso que ya levanta ronchas entre los defensores de la privacidad.
Los maniquíes, que cuestan 4.000 euros, plantean serias dudas sobre su utilización y ya se discute si violan el derecho de privacidad de los consumidores, según publicó Business Sun journal.
"Es escalofriante", aseguró Luca Solca, jefe de investigación de bienes de lujo de BNP Paribas en Londres. "Uno no esperaría que un maniquí te observe."
El maniquí, que salió a la venta en diciembre pasado ya se está utilizando en tres países europeos y EEUU está probando su funcionamiento.
Las pruebas parecen ser convincente para los vendedores: en los dos primeros días, el maniquí inteligente arrojó datos valiosos, como que los hombres gastaron más que las mujeres, mientras que en otra tienda de ropa infantil mostró que los niños conforman más de la mitad del tráfico de clientes de las horas vespertinas.
Un portavoz de Benetton se negó a dar detalles sobre dónde o por qué tienen instalados a sus maniquíes espías.
Max Catanese, director ejecutivo del fabricante se negó a nombrar a los clientes que han comprado el EyeSee, citando acuerdos de confidencialidad, aunque reconoció que eran cinco grandes compañías.
La empresa que los fabrica,Almax, está probando una tecnología que reconoce las palabras y así los vendedores podrán saber hasta los comentarios de los clientes sobre la ropa que lleva el maniquí.
Catanese asegura que la compañía también planea agregar pantallas al lado de los muñecos para que solicite datos a los clientes algo muy similar a las cookies y a los anuncios pop-up en un sitio web.